La España que vimos en Son Moix sigue emocionando en Alemania

Seguimos disfrutando de una selección talentosa, explosiva y trabajadora

La España que vimos en Son Moix sigue emocionando en Alemania

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Hasta ahora sabíamos que España era el equipo que mejor había jugado en esta Eurocopa. Desde ahora también sabemos que es un equipo con carácter. Puso a prueba la fibrosa Georgia a España por acumulación, delante del coloso Mamardashvili se colocaron los diez jugadores con su 5-3-2.

Esa acumulación hacía que llegar hasta el meta del Valencia fuera misión complicada, pese a lo cual el equipo español conseguía por fuera y por dentro, por desborde y por pared, tirar al meta georgiano. Pero cuando llegaba ese remate, ahí estaba el mejor portero de la Eurocopa y el que casi más ha parado históricamente en el torneo.

"Sabíamos que en el área nos lo pondrían difícil y que habría menos gente fuera, había que chutar" dijo don Rodrigo al anotar el gol que hacía suspirar de alivio a todo el mundo. Porque España se complicó la vida sola, a falta de ocasiones de los georgianos, que salían con el gran peligro que tienen Kvaratskhelia y Mikautadze, peligrosísimos con espacio. En lo que dice Rodri que hay que mejorar después de un 4-1 pero en el que tuvieron que remontar y se llevaron sustos importantes en las contras, es en saber interrumpir. Ese ir adelante cuando pierden el balón o la presión instantánea tras pérdida de los más cercanos no fue tan eficaz anoche como en jornadas anteriores.

Eso puede ser mortal de necesidad al no ser capaces de interrumpir las salidas con espacio del rival y lo pueden pagar ante otro rival de más calidad como será Alemania en cuartos. Hemos empezado por lo mejorable ya que lo sobresaliente ocupa hoy toda la atención, bien merecido lo tiene esta España de De la Fuente. Ese equipo por el que no todos apostaron hace unas semanas en Son Moix ante Irlanda del Norte, en el último amistoso, cuando había que despedir con orgullo al equipo antes de la Eurocopa, cuando había que celebrar que la selección volvía a la isla después de tanto tiempo.

No todos los aficionados lo creyeron así, en descargo de los que no fueron está el precio, que era excesivo en las entradas más caras, pero también circuló mucho un argumento un tanto absurdo de dar la espalda al equipo nacional conscientemente para castigar a la RFEF por la gestión de entradas en la final de Copa del Rey. Como si el equipo nacional fuera la Federación. Por ese mismo argumento, cúantos aficionados dejarían de ir a ver a su equipo, el que sea, porque no le gusta la directiva.

Volvamos al fútbol. Esa España que ilusionó en Son Moix sin embargo a muchos miles de aficionados, está emocionando en Alemania. Decíamos que hasta ahora sabíamos que era la que mejor jugaba y desde ahora también no sólo eso, sino que el equipo tiene carácter. A falta de ocasiones de Georgia, se metió el gol Le Normand por orientarse mal, un error imperdonable en una gra cita, porque no era un rebote cercano o accidental sino un balón que ve llegar. Fue el eslabón más inestable de una selección que funciona como un reloj. Porque España había vuelto a hacer unos primeros minutos de ensueño.

El mazazo desajustó las mentes un poco, entraron en aceleración durante unos pocos minutos, hasta conseguir De la Fuente calmar a los suyos, un equipo tan bueno y tan confiado en sus propias virtudes, que se aceleraron por la incredulidad que les producía el resultado. Pero es forma parte del fútbol, un equipo madura gracias a mazazos, quizá era necesario algo así para crecer en el torneo, para fortalecerse. Eso se pondrá a prueba ante la ya gran favorita, la organizadora Alemania, que no ha encandilado a nadie pero que tiene calidad y velocidad.

Como España, un equipo que reúne lo mejor del fútbol: talento, explosividad, trabajo, mentalidad. Son un equipo en el amplio sentido de la palabra. Sus alas son la frescura, la alegría de vivir, el entusiasmo de la juventud que se atreve con todo. Nico y Yamal. Pero es esa España de siempre también de los peloteros, Fabián, Rodri, Pedri. Los peros estuvieron en la imprecisión desacostumbrada de un mago como Fabián, por lo que estaba cantado que iba a marcar un gol para reconciliarse consigo mismo. Lamine Yamal puso un centro de esos que suenan a música celestial; no marcó pese a merecerlo, y eso le deja con apetito de gol ante Alemania, no es mala cosa.

España es un equipo, es lo mejor que se puede decir, y como dijimos en el capítulo anterior, pasará lo que tenga que pasar, ahora con Alemania, pero está emocionando a su gente y a los amantes del fútbol en el torneo. Esta España vuelve a demostrar el talento que hay en nuestro país, ese talento joven que hay en el deporte y que lo hay en otros órdenes de la vida pero que se desaprovecha por unas estructuras inadecuadas.

Esta España reúne lo mejor de nuestro país, la creatividad, el trabajo, la voluntad, la honestidad, y refleja bien a las claras que el fútbol moderno precisa desborde, justo el que tiene este equipo. Y es agua bendita la creatividad del fútbol de la calle, ese fútbol de la calle que representa Lamine Yamal, que tuvieron siempre los chicos de los barrios jugando en la calle, antes de ser "estandarizados" por el fútbol académico que mata esa improvisación e imprevisibilidad, la magia del fútbol.

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