Ejercicio de resistencia del RCD Mallorca ante el Athletic en el partido que pudo haber sido y no fue
Los bermellones jugaron más de una hora con diez futbolistas por la polémica expulsión de Samú Costa. En la primera amarilla se equivoca Martínez Munuera, en la segunda se equivoca el jugador. Sorprendente pitada a Galarreta en Son Moix
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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En la noche de Oro del fútbol español Mallorca y Athletic planteaban un duelo vibrante que pronto se vio truncado por un error arbitral primero y un error de un futbolista después.
El partido que pudo haber sido y no fue se convirtió en un formidable ejercicio de resistencia del RCD Mallorca, que defendió a la perfección al Athletic con diez futbolistas durante más de una hora por expulsión de Samú Costa.
El partido que pudo haber sido era un duelo atractivo, eléctrico, con dos equipos que miraban hacia la portería contraria, dos equipos que no querían que su rival corriera pero que se atacaban. El Mallorca empezó convincente y teniendo la primera un minuto y medio después del arranque, con la primera subida de Pablo Maffeo que remataba bien Muriqi. Se estrelló en Agirrezabala otra vez como se estrellaron en la final de la Copa del Rey de Sevilla. Era el reencuentro más de medio año después.
Había sido toda una declaración de intenciones del Mallorca. La batalla siguió en medio campo pero una acción lo cambió todo. Un barrido del balón clarísimo de Samú Costa fue interpretado por Martínez Munera como una entrada con riesgo del jugador del Mallorca. Todo porque después de interceptar Samú impacta en Galarreta, fútbol, nada más. El árbitro se equivoca pero lo peor de todo viene después cuando Iglesias Villanueva le dice a su compañero que revise en el monitor por una posible roja. Esto sacó del partido al equipo y al propio Jagoba Arrasate como reconocía después del partido, y enrareció el partido en la grada. Si la primera amarilla fue error del colegiado, Samú fue quien se equivocó después al no saber gestionar la situación teniendo una amarilla; debía ser prudente y no entrar, esta vez sí, de manera peligrosa a Galarreta. La segunda amarilla no tiene duda. Lo incomprensible es que a partir de ahí parte de la grada de Son Moix la tomara con su ex jugador, Íñigo Ruiz de Galarreta.
Ese mismo jugador que fue referente del mallorquinismo por su calidad y talante, ese mismo héroe herido por el que se derramaron lágrimas después de que le rompieran la rodilla en el Villamarín. Lágrimas convertidas hoy en rabia por parte de algunos. Sería interesante saber qué opina el resto de la afición, de los más de 19.000 que anoche acudieron a Son Moix, sobre los pitos que una parte le dedicaba a Galarreta, culpándole que haber provocado la expulsión de Samú. El propio Arrasate se mostraba sorprendido y dolido tras el partido. "Gala no simula nunca, le conozco muy bien". Al final del partido, Dani Rodríguez se iba con "Galaxy" (como le llaman) hacia vestuarios ante todos, agarrándole cariñosamente en la conversación, un mensaje para la grada.
Gran esfuerzo.-
El caso es que el partido desde el 23' ya fue otro. No quedaba otro remedio que reorganizarse y no dejarle espacio al Athletic. Repliegue, y en eso el Mallorca lleva tiempo, desde Aguirre, siendo muy bueno. Los bermellones no renunciaron al ataque en el primer tiempo, pero en la segunda ya fue una quimera. Larin había sido el sacrificado mientras Mascarell había entrado sin calentar para formar pareja con un recuperado para la causa Morlanes.
El Athletic conseguía con los Williams dos goles que no subieron al marcador. En el primer tiempo Nico por haber salido el balón de su hermano en línea de fondo antes de centrar. En el segundo tiempo el propio Iñaki estaba en fuera de juego. Y un palo de Nico Williams que hubiera sido un golazo, todo lo que generó el equipo de Valverde.
Ambos equipos empataban ahora a 18 puntos tras repetir el marcador de la pasada temporada.
Afrontan ahora semana corta porque el viernes ya abren la jornada 12 ante el Alavés de Luis García, ahora en delicada situación, acumula cinco derrotas seguidas.