RECORDANDO DESDE MALLORCA AL COMUNICADOR QUE SE CONVIRTIÓ EN MITO

"Uno sonríe inmediatamente cuando recuerda a Andrés Montes, es el mejor piropo"

El agente David Carro compartió muchas grandes citas de la NBA con el comunicador Y el legendario ex jugador internacional Juan Domingo De la Cruz le recuerda como "alguien espectacular, especial, con él pasaban siempre cosas"

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el - Actualizado

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Se acaban de cumplir 15 años del fallecimiento de Andrés Montes. Nombrarle significa hablar de baloncesto, pues aunque su carrera periodística fue más amplia e hizo de todo, de hecho en su última etapa narraba el fútbol en La Sexta, su voz queda ligada inexorablemente  al deporte de la canasta. 

Fueron muchas madrugadas de NBA, de risas y espectáculo para toda una generación que no separaba la entonces mejor liga del mundo y el estilo personalísimo de Andrés Montes, junto a su inseparable pareja televisiva, Antoni Daimiel. Fue un combo perfecto en las madrugadas de España, cuando la NBA a pesar de ser una liga muy atractiva para el público español aún no era la liga masiva que es hoy en España. Entonces no existían las redes sociales, no había mejores imágenes de los partidos rondando a golpe de teléfono. Era otra época, era más bien una retransmisión de culto, una minoría con un locura muy especial, una forma de vida, esa que Andrés decía "puede ser maravillosa" porque como él recordaba, "hemos venido a disfrutar".

Había que ser alguien abierto de mente, con muchas ganas de baloncesto y por supuesto ser noctámbulo o madrugador, para plantarse ante el televisor, ante aquella liga lejana llena de grandes estrellas y grandes momentos de baloncesto, pero también de situaciones estrambóticas o surrealistas. 

Unas retransmisiones llenas de historias. Poner en contexto y alimentar los personajes que protagonizaban aquellas jugadas fueron el libro de estilo de Montes y Daimiel, junto con una pareja que no tenía nada que ver, algo así como la extraña pareja. 

Uno con pajarita y su peculiar forma de contar las cosas, el otro con sus datos, extensa documentación y aspecto de no haber roto un plato pero lleno de ironía picarona. 

Eran muy distintos y por eso las alusiones del showman televisivo Montes al serio Daimiel que rara vez se descomponía formaban ese peculiar tándem. 

Eso y el vestuario de Montes junto a su continua metáfora en la narración. Más que baloncesto parecía narrar escenas de la vida y de ficción. Los motes de cada jugador, las descripciones de todas las situaciones. El baloncesto NBA se convirtió en retransmisión de culto. Incluso para quienes no eran fijos de aquellas citas en las madrugadas de España.

 No hay que perder de vista otro componente, no sólo era el continente, también el contenido,  el de las grandes hazañas de Michael Jordan, la llegada de los españoles con peso en el juego, como Raúl López, Calderón o Pau Gasol... 

Alguno puede pensar que con MJ eso se vende solo, pero en España se contó así, con el personal estilo de Andrés Montes y Antoni Daimiel. A Montes se le recuerda cada año en el aniversario de su pérdida, y algunos momentos del baloncesto NBA quedan para siempre con su voz. "Aerolíneas Jordan", "ET Gasol", etc.

Desde Mallorca le han recordado hoy en Deportes Cope Baleares dos personas que le conocieron bien y que compartieron con él grandes momentos NBA, muchas finales y All Stars, como el agente David Carro. O el primer Mundial para España con el ex jugador y plata olímpica Juan Domingo De la Cruz, compartiendo pantalla desde Japón. 

Fallecido Andrés Montes, nació el mito, ese que se recuerda en cada momento memorable de aquella NBA, la de "me llamo Michael, Michael Jordan.