Tres tarjetas blancas por comportamiento deportivo en el fútbol balear

Los tres casos en el fútbol base se dieron el pasado fin de semana al portero del Portocristo Sebastià, en el Santa Mónica-Penya Arrabal infantil, el benjamín Derek en el Mercadal-Unión Mahón. 

Santa Mónica

Imagen de la escuela de fútbol del Santa Mónica

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Los malos comportamientos y la violencia suelen ser más noticia y llamar más la atención que los buenos, esos gestos deportivos que se producen cada fin de semana en los miles de partidos de fútbol y que suelen pasar inadvertidos. 

 Por ello desde hace años se premia con una tarjeta blanca aquel comportamiento deportivo y que transmita valores como juego limpio, respeto y que un árbitro considere que es merecedor de un reconocimiento.

 En el último fin de semana hemos tenido que lamentar incidentes en un partido cadete en Artà, pero por contra ha habido tres ejemplos de buen comportamiento premiados con tarjeta blanca.

Uno de ellos fue en Portocristo, donde el portero Sebastià, tras un gol de córner directo que fue muy protestado por su equipo, el meta reconocía al árbitro Bernardo Oliver, que había acertado porque había sido gol. El colegiado le mostró la tarjeta blanca.

Por otro lado, en el partido infantil Santa Mónica-Penya Arrabal, ambos equipos demostraron un comportamiento deportivo durante el encuentro, se saludaron cordialmente al final del partido y dieron ejemplo a la grada. El colegiado Luis Antonio Ortiz mostraba la tarjeta blanca a ambos equipos.

Y el tercer caso sucedía en Menorca, en el benjamín Mercadal-UD Mahón, el árbitro Íker Fernández mostraba una tarjeta blanca a Derek Muñoz. El jugador se había dirigido al colegiado para reconocerle que había tocado el balón con la mano en una jugada anterior.