El RCD Mallorca de Aguirre, un equipo forjado en la adversidad

Javier Aguirre ha tardado con dar con la tecla. Una temporada que parecía peligrar puede acabar siendo histórica

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Raíllo: "Se nos dan mejor los equipos que tienen el balón"

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el - Actualizado

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Se lo merece la afición. Han sido muchos partidos con poco que llevarse a la boca, tardes y noches sin fútbol, sin ganar. No ha habido apenas reproches de la grada en una liga en la que ha costado mucho ver a un Mallorca ganador, momentos de duda del equipo, de indefinición, de no reconocerse como equipo y también de poco premio cuando el equipo lo ha merecido.

Se sabe que el manual de Javier Aguirre en sus primeras páginas lo deja muy claro, primero defender, ser seguros, ordenados, no dar un balón por perdido. Los aficionados habían comprado el manual que les había asegurado la primera división la pasada temporada con una gran liga en la que nunca pasaron apuros y disfrutaron de una segunda vuelta con momentos espectaculares.

Pero lo de esta temporada estaba siendo duro, momentos de indefinición futbolística, de no ser ese equipo "aguerrido" (por combativo y por Aguirre) que fuera solvente defensivamente para luego encontrar alguna acción ofensiva. Su propuesta futbolística ha sido escasa con balón, a pesar de que esta temporada tenía jugadores para jugar la pelota.

Parecía existir un divorcio entre la planificación y el librillo del entrenador. Si había jugadores para tener el balón pero se renunciaba al balón, cómo ser ganadores. Algo no cuadraba, parecía que la temporada podía irse por el desagüe. Javier Aguirre, con 65 años y toda una vida en los banquillos, ha tenido un gran reto esta temporada que desafiaba su experiencia como técnico. Al final y por mucha experiencia que se tenga, lo apasionante del fútbol es seguir aprendiendo y aplicar soluciones distintas a cada situación, que nunca es igual, porque no hay dos equipos iguales ni un mismo equipo vive lo mismo en diferentes situaciones. Partiendo de la base de los cambios en la plantilla esta temporada que había que conseguir compaginar, integrar.

Había que dar con la tecla y Javier Aguirre con la ayuda inestimable de su segundo, Toni Amor, lo ha logrado. Primero había que decidir si había algún cambio en la propuesta, lo intentó en algún momento y no le salía, así que Aguirre volvió a aquello en lo que de verdad cree. Defensa de cinco innegociable, rotundidad defensiva, poderío aéreo, mayor presión al balón desde los puntas, en ataque bandas altas cuando la ocasión lo requiere, no abusar del Muriqi-sistema (su ausencia prolongada también pesó porque Larin a pesar de todo lo que empezaba no veía portería) y darle otras opciones. En eso Cyle Larin da una variedad ofensiva que desahoga a Muriqi y también ayuda dando otras opciones como atacar más los espacios, darle más salida al equipo.

Todo ha pasado además por una mejora de rendimiento de todos los jugadores. A partir de una pauta clara, jugadores como Antonio Sánchez y Dani Rodríguez aumentaron su peso en el equipo con su despliegue. Jugadores de ida y vuelta, la transformación de Antonio Sánchez es una de las noticias de la temporada. La Copa ha dado protagonismo a otros jugadores, toda la plantilla está enchufada.

Curiosamente,se suele decir que la Copa es un estorbo para los equipos que pelean por la permanencia pero en el caso del RCD Mallorca ha sido exactamente al revés. La Copa del Rey ha sido más que alcohol una infusión que te arregla el estómago o te templa los nervios. La Copa ha sido el bálsamo, el impulso anímico para elevar la autoestima del grupo.

Desde la Copa han crecido y no hay partido que lo demuestre más que la victoria ante el Girona. Un equipo revitalizado, un ejercicio perfecto de todo el equipo en lo defensivo. También es cierto, como dice el capitán Raíllo, que a los berrmellones se les dan mejor los equipos propositivos con balón, los problemas son más importantes ante rivales directos que le hacen el espejo y le dan la pelota.

El RCD Mallorca empató ante el Barça y mereció ganar, de hecho, ha ganado al Girona, hizo un gran partido ante el Real Madrid en el Bernabéu, acaba de eliminar a la Real Sociedad aunque no ha podido ganarle. Este viernes tienen ocasión de repetir su gran partido ante el Barcelona en Montjuic, habrá qué ver si están distraídos o no con la final de Copa ahora que han cogido cierto margen de puntos respecto al descenso.

Había equipo para más seguramente en la liga, pero la temporada se estaba complicando sobremanera. Al final si se logra una permanencia holgada y con una final de Copa y, por qué no, la segunda Copa del Rey, acabaría siendo una temporada histórica, la de un Mallorca forjado en la adversidad para acabar triunfando.

Herrera en COPE

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Con Carlos Herrera

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