Alaior ha decidido impulsar la construcción de un tanatorio municipal y un crematorio

El proyecto del nuevo tanatorio tiene un presupuesto estimado de 1.092.348€

El proyecto del nuevo tanatorio tiene un presupuesto estimado de 1.092.348€

Miguel Ángel Pons

Menorca - Publicado el

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Este proyecto pretende proporcionar un espacio digno y respetuoso para el despido, aligerando en lo posible la carga emocional que a menudo acompaña estos momentos difíciles. Con esta nueva infraestructura, se quiere ofrecer a los vecinos de Alaior un lugar adecuado para la conmemoración y recuerdo de sus seres queridos, con las condiciones necesarias para una despedida que esté a la altura de las expectativas actuales.

El cementerio municipal actual empezó a construirse alrededor de 1836 en un espacio muy reducido. El nuevo recinto se edificó en torno a 1920, con una ampliación realizada en 1986 que unió ambos espacios. A finales del siglo XX, se promovió una nueva ampliación, pero las obras se paralizaron y sólo se construyó un 15% de lo previsto. Entre las dos edificaciones, se prevé la construcción de este nuevo tanatorio, así como la posibilidad de habilitar una zona de aparcamiento, puesto que la actual es insuficiente para cubrir la demanda el día que éste entre en funcionamiento.

El proyecto del nuevo tanatorio tiene un presupuesto estimado de 1.092.348€, con una superficie útil total de 267,25 m². El área total de actuación del tanatorio será de 303,86 m2, y la superficie total de urbanización y accesos será de 1.822,86 m2. El proyecto propone una construcción lineal desarrollada en una única planta, mediante una sucesión de espacios que se inicia, de sur a norte, con la sala de velatorio, que se abre a un patio-jardín desde el que accede el público . 

A continuación, se encuentra la sala de preparación de cadáveres y, finalmente, el espacio destinado a la instalación de un horno crematorio. Aunque este último servicio se implementará en una segunda fase futura, el proyecto contempla la construcción total de la envolvente del edificio, dejando para más adelante los acabados interiores del crematorio, evitando así la necesidad de realizar obras exteriores con el complejo en funcionamiento.