La revista “Economía Riojana” concluye que la economía riojana refleja un crecimiento positivo, pero moderado

El número 5 de la revista semestral “Economía Riojana” concluye que los indicadores de actividad económica de La Rioja, al cierre del pasado año 2022, fueron "inferiores a los esperados" y que a esa ralentización "han contribuido también factores externos como la incertidumbre geopolítica y la crisis energética".

La radiografía de la economía riojana refleja "un crecimiento positivo, pero moderado o ligero"; un PIB que está aún 3 puntos por debajo del que teníamos antes de la pandemia del coronavirus; y un sector agroalimentario con resultados casi un punto inferior a los de 2021.

Según el profesor de Economía Financiera de la Universidad de La Rioja, Eduardo Rodríguez Osés, no se puede decir todavía que este 2023 "vaya a ser el año de la recuperación de la economía riojana, pero sí a nivel nacional".

De cara al futuro más inmediato, Rodríguez Osés ha alertado sobre las incertidumbres que afectan al sector agroalimentario por la merma de producción a raíz de la sequía y por los excedentes de vino acumulados en las bodegas der la DOC Rioja.

Además, considera que la desaceleración del gasto de los hogares y la sustitución de productos y servicios por otros más baratos afectará, especialmente, a la industria relacionada con los bienes de consumo.

Según el profesor de la Universidad de La Rioja, “las previsiones de crecimiento apuntan hacia un balance neto positivo, con tasas nominales discretas, cuya evolución dependerá del comportamiento de las incertidumbres en los próximos meses”.

La economía riojana ha mostrado una peor evolución en términos de crecimiento económico que la media nacional. Según las previsiones de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), La Rioja será una de las comunidades que menos crezcan en 2023, con un 2,7% en el primer trimestre, solo por delante de Extremadura (2,5%), Cantabria (2,3%) y Asturias (2,2%).