Una madrileña se va de bares por la calle Laurel de Logroño y crea polémica con lo que pide: "¿No es típico?"

Bañada por el río Ebro, al que abraza en su crecimiento y desarrollo, Logroño recibe a miles de visitantes cada año y todos acaban encantados con su ambiente y, sobre todo, con su gastronomía. Irse de bares por la calle Laurel es un plan imprescindible, pero esta joven madrileña y sus amigos han creado polémica por lo que piden.

Parada obligatoria del Camino de Santiago Francés, esta ciudad está entre las mejores para vivir de España gracias a sus bien cuidados parques, su centro histórico peatonal, su extensa oferta cultural además del reconocido a nivel mundial vino de La Rioja. Además, merece la pena pasar una noche para disfrutar de su animada vida nocturna.

Las fiestas locales, entre las que destacan las de San Mateo, en el mes de septiembre, como otro de los escaparates más importantes de una ciudad que ha aprendido a combinar la tradición y el arraigo de sus costumbres, con la modernidad y el dinamismo de los nuevos tiempos.

El Paseo de El Espolón, la concatedral de Santa María de La Redonda; el convento de la Merced, actual sede del Parlamento regional; la característica calle Portales, la iglesia de Santiago El Real, o la de Santa María de Palacio, son algunos ejemplos de interés que no se pueden dejar de visitar. Pero el meollo está en una calle.

La calle Laurel

Es difícil encontrar un logroñés que no pise a menudo esta calle, sin embargo, resulta igualmente difícil encontrar a uno que conozca el origen de su nombre. La calle Laurel discurre paralela a la de Bretón de los Herreros, lugar en el que se levantaban las antiguas murallas de Logroño hasta que fueron demolidas en 1862.

Fue entonces cuando se decidió reconstruir las casas colindantes, dando origen a lo que hoy en día es la calle Laurel. Cabría pensar que procede del tipo de árboles que la ornamentaba en el pasado o de la venta de hierbas y especias, ya que las calles y barrios tomaban a menudo el nombre de su gremio de artesanos.

Sin embargo, el nombre de esta emblemática calle esconde mucho más. En aquella época no tenía acceso a Bretón de los Herreros porque un edificio que se encontraba en lo que hoy es la Travesía del Laurel lo impedía. Debido a las quejas de los vecinos, que debían dar un largo paseo para poder acceder, el edificio se derribó en 1878.

Gracias al derribo se creó el bar más antiguo de Logroño, el 'Blanco y Negro', que hoy continúa siendo uno de los referentes de la Laurel con sus bocatitas de anchoa y pimiento verde. Poco a poco se fueron estableciendo más, ofreciendo vinos de la tierra y pequeñas raciones de embutido o queso.

Crea polémica con lo que pide

La Laurel se ha convertido en la zona con mayor concentración de especialidades gastronómicas y de tapeo de toda la Comunidad. Lugar de encuentro y celebración, todo acaba y empieza en esta calle. A ello se adaptan los turistas como este grupo de jóvenes, que ha creado polémica al pedir algo que consideran "típico" como muestran en el vídeo.

El mosto es una bebida más bien típica en toda España y, si acaso, de Jerez. Es algo que recriminan algunos usuarios en los comentarios. En cualquier caso, descubrieron lo que significa un día por La Laurel, una de esas experiencias que todo visitante de Logroño debe vivir alguna vez en su vida.