SALUD

El organismo posee un "reloj maestro", cuya alteración podría aumentar el riesgo de diabetes

La pregunta es: ¿Puede nuestro sistema circadiano verse afectado por las nuevas rutinas y hábitos que impone la sociedad y aumentar así el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2?

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Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

¿Puede nuestro sistema circadiano verse afectado por las nuevas rutinas y hábitos que impone la sociedad moderna actual y aumentar así el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2? Esta es la hipótesis de partida del estudio “KRONODIABET” que pone en marcha el Centro de Investigación en Nutrición de la Universidad como proyecto de la tesis doctoral de Ana Velasco Andonegui, beneficiaria del programa FPU -Formación del Profesorado Universitario- del Gobierno de España, y cuyos investigadores principales son el Dr. Pedro González Muniesa y la Dra. María Jesús Moreno Aliaga. Este estudio está cofinanciado tanto por el Plan Complementario de Agroalimentación Agroalnext, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como por el MCIN (PRTR-C17.I1), ambos financiados por la Unión Europea – NextGenerationEU, así como por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) del que son miembros los responsables del estudio.

Científicos de la Universidad investigan si los hábitos de la sociedad actual alteran los ritmos circadianos y el riesgo de diabetes

El cuerpo humano está gobernado por un complejo sistema circadiano que sincroniza los procesos biológicos internos con las señales del mundo exterior. Este sistema “pone en hora” los relojes internos de prácticamente cada una de nuestras células, permitiendo al organismo anticiparse y estar preparado ante cambios predecibles, como la disponibilidad de luz o la llegada de la noche, adaptando así sus funciones fisiológicas.

Para coordinar los ritmos circadianos, nuestro organismo cuenta con un reloj maestro, localizado en una pequeña región del hipotálamo, el núcleo supraquiasmático. Este, regulado principalmente por los ciclos de luz y oscuridad, es capaz de sincronizar los relojes del resto de nuestros órganos y tejidos periféricos, como el hígado, el músculo esquelético, el tejido adiposo, el páncreas o incluso la microbiota. Sin embargo, estos también tienen sus propios relojes circadianos, no son directamente regulados por la luz y son muy sensibles a otras señales externas, como los horarios de actividad física o de alimentación.

Pero, ¿qué sucede cuándo no mantenemos horarios de estilo de vida de acuerdo a nuestra cronobiología? Las nuevas demandas de la sociedad moderna actual hacen que cada vez sean más las personas que se ven obligadas a adoptar horarios inadecuados, exponiéndose a luz artificial o a adoptar horarios de alimentación o ejercicio físico cuando nuestro sistema circadiano ya está preparado para la oscuridad, el ayuno o el descanso. En definitiva, a vivir en un estado de “cronodisrupción”.

Atendiendo a esta realidad, este proyecto pretende investigar los cambios en los niveles de glucosa a lo largo del día y su relación con los horarios (de alimentación, actividad física, luz y sueño), el comportamiento alimentario y los ritmos circadianos de la microbiota, el metaboloma, la expresión de genes y las hormonas.

Voluntarios entre 30 y 70 años

Para conseguir los objetivos del estudio “KRONODIABET” los responsables de la investigación buscan mujeres y hombres de entre 30 y 70 años, no fumadores, que cumplan una de las siguientes condiciones: 1. Personas con prediabetes o diabetes tipo 2 (niveles de glucosa altos) sin tratamiento farmacológico y con sobrepeso/obesidad; 2. Personas sanas sin alteraciones en el control de la glucemia y con normopeso.

El estudio es observacional, por lo que las personas que participen no tendrán que cambiar sus hábitos. Durante su participación, llevarán colocados un sensor de monitorización de glucosa (similar a un parche en el brazo) y un dispositivo de monitorización circadiana (similar a un reloj). El estudio tiene una duración total de 15 días y deberá acudir al Centro de Investigación en Nutrición en 4 ocasiones. Durante la visita principal de estudio, de 12 horas de duración, se proporcionarán las comidas a consumir, se realizarán análisis de composición corporal, se tomarán muestras de saliva y sangre y se completarán cuestionarios. Además, los voluntarios dispondrán de una sala para usar el ordenador, leer, teletrabajar,… y podrán salir en tres ocasiones.

Las personas interesadas en participar pueden enviar un correo electrónico a voluntariosnut@unav.es (indicando en el asunto KRONODIABET).

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