CAMPANEROS
Un campanario portátil en medio de Pamplona donde poder tocar las campanas
El domingo, la Asociación Navarra de Campaneros celebra su sexto encuentro en Pamplona, donde se instalará ese campanario portátil
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Este domingo se celebra en Pamplona el sexto encuentro de la Asociación de Campaneros de Navarra. Una iniciativa que arrancó ya hace nueve años con el objetivo de conocerse entre sí todos los campaneros de Navarra. Este año se celebra en Pamplona, en la plaza de Recoletas.
“Nos planteamos que había campaneros en toda Navarra que estaban en pueblos pequeños que estaban aislados, que no los conocíamos. Al principio fue la cosa un poco fría, no nos conocíamos. Pero había un poco de chistorra y un poco de vino y aquello rompió el hielo. Pasamos un día genial”, comentaba José Javier Urdíroz, presidente de la asociación.
Este domingo celebrarán su Asamblea anual en Baluarte. Después de la Asamblea, los campaneros se desplazarán hasta la Plaza de Recoletas, donde instalarán un campanario portátil para que todo el que quiera pueda tocarlas. A su vez, estos mismos campaneros repicarán las campanas de San Lorenzo llamando a Misa de 12 y Misa de 1. “Todas las personas que vayan a esa cita podrán tocar las campanas”, indicaba Miguel Bañales.
Desde los años 60, las campanas se han ido electrificando y funcionan gracias a un electromazo. Se controlan desde la Sacristía o desde el propio altar, pero en muchos lugares se ha perdido la figura del campanero que sube al campanario a bandear o repicar las campanas. “Cada localidad tiene su propio lenguaje, que sólo lo entienden los de ese pueblo. Que no se pierda, que se mantenga. Para eso, no existe la posibilidad de hacer una Escuela Navarra, “cada uno en su localidad tiene que enseñar a su sobrino, a su amigo, al hijo de su amigo... para que no se pierda esa esencia, ese lenguaje que sólo reconocen en ese pueblo”.
¿Hay cantera?¿Hay relevo?
Lo cierto es que es complicado. “Hay una corriente anticlerical que impide a algunas personas acercarse a la Iglesia”. La constancia y la sujeción que supone también es un freno. “Como todo, quien lo prueba se engancha. Da gusto ver como hay personas que tienen 84 años y siguen tocando”, añadía Bañales.
Es imposible conocer todos los lugares de Navarra en los que todavía se sigue haciendo el bandeo o el repique de campanas a mano. Pero sí conocemos cuáles son las más emblemáticas de Navarra: ¿Quién no conoce a la Campana María de la Catedral de Pamplona? Es la campana de mayor tamaño en uso y la segunda más grande de toda la Península Ibérica. Pero hay una que data de 1377 en Zabaldika. “Y después tenemos varias del siglo XV y XVI. Siempre hablamos de La Gabriela, que es la campana mayor que se voltea. Pero hay otras también de parecida edad a la Gabriela de Pamplona”. La de Unciti cumplirá el año que viene 500 años.
¿En Artajona se bandea al revés?
Urdíroz y Bañales, por cierto, son campaneros de Artajona, donde hay muchísima tradición de repique y volteo de campanas. Allí, se dice, se bandea al revés. “Creo que el misterio está en el tamaño de las campanas y la colocación, la altura de las campanas... Si la campana está más baja, es imposible echarla hacia adentro, hay que empujarla. Si la campana está más alta, como está en Artajona, te va a empujar, te va a llevar hacia fuera”, indicaba José Javier Urdíroz.
En 2022, el repique a mano fue considerado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El toque manual de campanas, lenguaje no verbal y sonoro, ha funcionado a lo largo de los siglos como un medio de comunicación, cumpliendo un conjunto de funciones sociales para la comunidad: informar, coordinar, delimitar el territorio y proteger.