CONOCIENDO NAVARRA

Conociendo Navarra: Ribera Alta, la localidad de Villafranca

Villafranca cuenta con un casco histórico conservado en excelentes condiciones, que permite dar un paseo y disfrutar de edificaciones, gentes y servicios

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

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Una vez más, de la mano de Patxi Pérez, nos vamos a la Ribera Alta, en concreto a la localidad de Villafranca, una localidad con siglos de historia y muy unida al barroco. Que hoy vamos a conocer un poco más. Creo que sería interesante empezar por conocer de dónde viene el nombre.

Me parece súper interesante, porque está unido a su historia, al parecer, antes de la concesión a Villafranca del Fuero de Jaca (se le concedió en tiempos de Sancho VI el Sabio 1191) la localidad era conocida con otro nombre que es referido en la documentación histórica bajo distintas variantes toponímicas: Elisues (1072,1075), Alasuasse (1120), Alesves (1149,1216, 1245), Alesos (1171), Alesues, Alisues (siglo XII) o Elesues (1201). De hecho, en un documento del reinado de Teobaldo I de Navarra fechado en 1238 y escrito en latín se afirma que antes de que fuera conocida como Villafranca la localidad había sido denominada con ese otro topónimo y así el documento dice que in illa villa nostra que dicitur Villafranca, que inquam villa Alesueies retro temporibus uocabatur (en esa nuestra villa que llaman Villafranca y que en tiempos pasados se llamaba Alesueis).

El origen del topónimo está en una concesión por parte de reyes y señores de un estatuto jurídico a la localidad basado en privilegios, libertades y franquezas.

Con el otorgamiento del fuero el rey eximió a los pobladores de Villafranca del pago de toda pecha o carga señorial, estableciendo que únicamente debían abonar un censo anual de 2 sueldos por cada casa. De este modo, y siendo el significado de la palabra 'franco' o 'franca' según el diccionario de la Real Academia Española de libre, exento privilegiado, el nombre de la localidad podría traducirse como villa libre de impuestos o exenta.

En la presentación hemos dicho que Villafranca está unida al barroco, incluso según tengo entendido tiene unas jornadas dedicadas exclusivamente a este estilo artístico.

Villafranca cuenta con un casco histórico conservado en excelentes condiciones, que permite dar un paseo y disfrutar de edificaciones, gentes y servicios. El Palacio Bobadilla, el Palacio del Conde de Rodezno, el edificio del Ayuntamiento y un largo etcétera, son muestras del barroco civil. A todo ello, se suma el barroco religioso, con la Parroquia de Santa Eufemia como elemento central, junto al Convento de los Padres Carmelitas o la Iglesia de la Virgen del Portal.

El más bello rincón arquitectónico lo forman la Parroquia de Santa Eufemia, el Palacio de Bobadilla y el Convento de Nuestra Señora del Carmen, que se extienden ante un espacioso mirador (Paseo Marqués de Vadillo, popularmente conocido como el Atrio). Continuando hacia la Plaza de los Fueros, se cierra el conjunto con dos edificios más, el Palacio del Conde Rodezno y la Casa Consistorial.

Si te parece damos algún detalle de estos edificios que has nombrado.

Me parece bien, empezare por la iglesia parroquial de Santa Eufemia que sustituyo al anterior que era del siglo XVI y este sustituyo a otro gótico del siglo XIV del que aún podemos disfrutar de la portada de acceso con arco apuntado y de una capilla situada debajo de la torre.

A finales del XVII y durante la primera mitad del XVIII, en distintas fases, se va construyendo el templo tal como lo conocemos hoy. Es una iglesia típicamente barroca con planta de cruz latina y de una única nave. Muchos son los rasgos barrocos, tanto en los elementos arquitectónicos como en los ornamentos. Su exterior resalta por su magnífica fábrica de ladrillo y en el que resalta su torre muy similar a la de la Catedral de Tudela.

Respecto al Palacio de los Bobadilla, llama la atención sus inmensas proporciones, levantado con ladrillo macizo cara vista a las fachadas exteriores, data de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII. . Es propiedad municipal y se ha ido restaurando recientemente en varias fases.

Además en el entorno de Villafranca tenemos dos de los ríos más importantes de Navarra, lo que seguro que implica una gran variedad y riqueza de naturaleza.

Desde Villafranca podemos ir a la confluencia de ambos ríos, un paseo en el que podemos disfrutar entre sotos naturales y choperas y parajes de gran belleza. Podemos disfrutar de la fauna y la flora, pero hay que decir en honor a la verdad que el lugar exacto de la confluencia de los ríos pertenece al término municipal de Funes. Otra manera de disfrutar de este lugar es desde arriba, lugar del que ya hablamos aquí, el conocido como Barranco de Peñalen.

Otro lugar excepcional es la Badina Escudera, un humedal que lo componen en concreto cuatro balsas o charcas, son lugar de cría del galápago europeo, una pequeña tortuga de interés comunitario que prefiere aguas de escasa corriente y vegetación abundante en las que se siente segura, patos y cigüeñuelas, además de visón europeo y nutrias y otros animalillos que escogen este singular lugar para vivir.