AUTOCONSUMO

"Frenazo" a las instalaciones fotovoltaicas por los precios de la electricidad y la falta de ayudas en Navarra

El ingeniero Jon Irañeta explica que Navarra está bien situada con respecto a España en la transición energética, pero que actualmente se vive un "frenazo" con el autoconsumo

Fermín Astráin

Publicado el - Actualizado

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Jon Irañeta, ingeniero de Grupo 3E, considera que “Navarra está bastante bien posicionados y avanza en cuanto a la transición energética a buen ritmo”. Sin embargo, Irañeta reconoce que “al final no hay tanta radiación solar aquí como en Huelva, Sevilla o Valencia”.

Navarra inició “de forma más temprana” que otras comunidades todo lo que se refiere a las instalaciones fotovoltaicas. Además, principalmente a través “del boom que hubo en el 2022 y 2023”, Jon Irañeta considera que Navarra se ha posicionado “fuertemente” y se han ejecutado muchas instalaciones.

Dos factores que han provocado un frenazo: el precio de la electricidad y la ausencia actual de subvenciones.

El avance se ha ido frenando en los últimos meses. Según Irañeta hay dos factores que han provocado este frenazo: el precio de la electricidad, “en 2022 teníamos unos precios de la electricidad 10 veces superiores a la que tenemos actualmente”; y “la ausencia actual de subvenciones”.

“En 2022 y 2023, sin la ayuda eran instalaciones totalmente rentables por los precios de la electricidad, se veían retornos de inversión interesantes”. Sin embargo, ahora, con el precio de la electricidad más bajo y sin tantas ayudas, ya no resulta tan interesante.

Estas ayudas del Gobierno tienen un “efecto incentivador”, aunque muchas de ellas acabaron el año pasado y ha habido mucha gente que se ha quedado a la espera. Muchos se han tenido que conformar con una deducción fiscal en la renta del 25%.

Periodo de amortización

Ahora mismo, por estas causas que estamos contando, la amortización no es tan rápida como hace unos años. Los retornos están “en torno a los 8 años aproximadamente, cuando hace unos meses el periodo de retorno podía ser de cuatro años”. Prácticamente, la amortización era en la mitad de tiempo.

Sin embargo, la vida útil de las instalaciones es de 25 años, con lo que la rentabilidad es clara a largo plazo. “Si tú pretendes seguir viviendo en esa casa, o como empresario pretendes seguir manteniendo la empresa, o como Administración Pública pretendes generar ahorros económicos a largo plazo, estamos siempre a favor de las instalaciones fotovoltaicas. A la larga es claramente una opción muy beneficiosa”.

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