CIENCIA

La investigadora Miriam Oses busca combatir un hongo que destruye el 30% de las cosechas de arroz

El denominado asesino de cereales afecta a una proporción de arroz con la que podría alimentar a 60 millones de personas

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

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Miriam Osés, Doctora de biología molecular en el departamento ABA de la UPNA, habla en COPE sobre su investigación sobre el hongo "asesino de cereales.

Trabaja con un hongo que destruye el 30% de las cosechas de arroz, lo que equivale a suficiente arroz para alimentar a 60 millones de personas. Tambien destruye trigo, cebada, mijo… Por eso lo llaman el “asesino de cereales” o “cereal killer”.

El tema principal de su investigación es entender a nivel molecular como este hongo patógeno infecta plantas. El hongo produce de una sola lesión minúscula en la hoja de una planta, más de 50.000 esporas cada día. Un campo de plantas infectadas puede tener millones de lesiones en las plantas, con lo cual la cantidad de esporas y rapidez con la que el hongo se dispersa es alarmante y muy difícil de controlar.

Estas esporas son muy especiales ya que cada una de ellas contiene tres células independientes. Las esporas del hongo se dispersan por el aire y al aterrizar en las hojas de las plantas, forman una célula nueva en forma de cúpula o bóveda que es la que va a hacer que el hongo pueda entrar dentro de la planta para alimentarse. El hongo usa esa célula en forma de bóveda para acumular muchísima presión en su interior, como 40 veces la presión de una rueda de coche, que le sirve para romper la hoja de la planta y adentrarse en ella para alimentarse del interior de las hojas de la planta. Lo que es aún más interesante es que durante la formación de esta célula en forma de bóveda las tres células de la espora se comportan completamente independientes la una de la otra y de una manera opuesta entre sí. Dos de ellas se mueren y una de ellas se reproduce, y todo ello ocurre dentro de la misma espora. No sabemos cómo se coordina, ocurre esto ni por qué y queremos llegar a entenderlo para poder diseñar estrategias que interrumpan este fenómeno celular para prevenir la enfermedad.