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WARGAMES: "El Rey en el Norte" llega para deslumbrar

El Rey en el Norte, es un wargame para 2 jugadores y que reproduce la primera Guerra Carlista que tuvo lugar entre 1833 y 1839

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

Sección de wargames en COPE, Ibai Zabaleta presenta el juego “El Rey en el Norte”.

“El Rey en el Norte”, es un wargame para 2 jugadores y que reproduce la primera Guerra Carlista que tuvo lugar entre 1833 y 1839. Por un lado un jugador tomará el control de los Carlistas, partidarios del Infante Carlos María Isidro de Borbón (Carlos V de España) y el otro jugador comandará a los Isabelinos, defensores de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón. Aunque la guerra se desarrolló en varias regiones de España en este juego sólo se representa la que tuvo lugar en el Norte, donde tuvo una importancia mayor, En concreto en Navarra y las históricamente llamads provincias Vascongadas.

Cuerpo:

• El juego tiene parentesco con las mecánicas del famoso wargame Sekigahara de Matt Calkins, por tanto se juega con bloques de madera sobre un mapa punto a punto usando cada bando un mazo de cartas las cuales sirven para movimientos y combates.

• Cada jugador tiene un mazo de cartas y están son vitales para el movimiento y combate, así como para ganar la iniciativa. La doble niebla de guerra, creada mediante los bloques ocultos y las cartas en la mano hace que cada turno tenga mucha tensión y se creen situaciones emocionantes. El juego se basa en una mano baraja de cartas por cada bando, que se utilizarán para pujar por iniciativa, como mecanismo de movimiento y reclutamiento, y también para poder accionar nuestros combates que se desencadenará en las batallas desplegando los bloques e infringiendo puntos de daño al rival para eliminar sus unidades.

• El bando Isabelino está formado por cinco facciones: Guardia Real, Ejercito Regular, Milicias, Chapelgorris y Legión Extranjera. El bando Carlista formado a su vez por regiones: Álava, Castilla, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya

• Hay una importante niebla de guerra y faroleo con lo cual no es apto para jugar en solitario. Incorpora asimismo muchos cambios con respecto al Sekigahara, lo cual le proporciona más complejidad, más posibilidades estratégicas y toma de decisiones, y mayor atención a la logística y control de ciertas localidades del mapa.

• Como una gran novedad, incluye cartas de evento y cartas especiales así como más facciones por bando. La suma de todos estos elementos hacen que tenga una dificultad y curva de aprendizaje superior pero que gustará a los que gusten de emociones fuertes y de toma de decisiones cruciales en cada turno.

• Luego tenemos los bloques que representan batallones que desplazaremos por el tablero. Tenemos generales y líderes por cada facción y se distingue entre infantería, caballería , artillería y cuerpos especiales. Por el bando isabelino también y además cuentan con bagaje de provisiones-municiones y apoyo naval.

• Los bloques eliminan de un plumazo el control y el conocimiento absoluto de las fuerzas del enemigo. Al no ver qué hay detrás de los bloques o apilamientos del adversario se crea de forma natural la llamada niebla de guerra. Esa niebla convierte cualquier batalla en algo emocionante, llena de una tensión absorbente y con resultados memorables. Apilamientos de bloques se mueven de un punto a otro del tablero, pero no sabes cuál es su fuerza, además tampoco sabes si llegaran a zonas neurálgicas ya que su capacidad de movimiento es variable.

Condiciones de Victoria:

hay bastante posibilidades, pero las más generales:

• Victoria Súbita: Los Isabelinos ganan al instante si el Infante Don Carlos muere en batalla, es decir, su bloque es eliminado en combate.

• Victoria Automatica: consigue el control de las 4 localidades de reclutamiento enemigas al final del año 1837. O consigue un diferencial de 14 PV a partir de 1837

• Victoria al final de turno 7 – 1939: el que logre mayor puntuación. Puntuación se logra conquistando las capitales 3 PV (San Sebastián, Bilbao, Vitoria o Pamplona) 2 PV por hacerse con Logroño, Amescoas, Elizondo y resto de ciudades, y 1 PV por el resto de localidades de recursos.

Opinión:

• He jugado a este juego una docena de veces, y he tenido la suerte de formar parte del grupo de testeadores que ha ayudado al diseñador a balancear el juego, y diría que es un juego simplemente brillante, no solo por reutilizar y mejorar las mecánicas de un juego clásico como Sekigahara, sino también por incluir las novedades justas y suficientes, dotando al juego con un sabor histórico y una jugabilidad impresionante.

• Otra de las cosas que me ha gustado mucho es el hecho de que no existe publicado un wargame donde se pueda recrear la primera guerra carlista y disfrutar de un tema con tanta relevancia, por lo que personalmente disfruto muchísimo el poder comandar a Zuamalacarregui o a Espartero en las batallas y escaramuzas que se dieron durante el transcurso de la guerra.

• Es un juego de movimientos relativamente complejos, y necesitas analizar y calcular las consecuencias de tus movimientos, digamos que es un juego bastante ajedrecístico (salvando las diferencias), pero que cada movimiento es vital y las consecuencias pueden lastrarte gran parte de la partida.

• Como punto flaco puede ser que no disfrutes totalmente el juego hasta no jugar unas cuantas partidas completas, ya que la profundidad que ofrece el juego y dominar todas las mecánicas requiere una curva de aprendizaje no apto para iniciados.

Duración, Complejidad, Editorial/Precio:

• Una partida completa puede durar entre 5-6 horas, una vez se sepa jugar ya bien, aunque las primeras veces sí que se puede tardar más. Existe también la posibilidad de jugar un escenario reducido de la guerra Carlista en el Norte, y que transcurre entre 1833 y 1836 (4 turnos) con duración de 3 horas.

• No es un juego complejo, aunque no diría que sea indicado para iniciados. Si quieres iniciarte en este tipo de juegos con mecánicas de bloques, yo recomendaría comenzar por el Sekigahara, y luego pasarte al Rey en el Norte. Si el juego te llama por la temática, no hay problema, ponte directamente a explorar el Rey en el Norte, pero ten en cuenta que la curva de aprendizaje será algo más complicada, y recomendaría empezar a jugar primer sin las cartas de eventos, y otros complementos, para coger soltura en las mecánicas fundamentales de juego.

• El juego ha sido diseñado por José Rivero, polifacético diseñador que ha publicado varios juegos y que tienes muchos más en cartera actualmente, y el arte ha sido realizado por Miguel Ángel García y Agustín Garriga.

• Será publicado por Nac Wargames durante el último trimestre de este año 2022, por lo que puede ser un gran regalo para estas navidades. La edición será totalmente bilingüe (castellano e inglés en la misma caja) y el precio rondará los 70-80 € , pero actualmente hay una oferta de precompra antes de su producción, donde puedes reservar el juego por 56€, una ganga.

Extras:

• Entre 1833 y 1840 España vive la más larga y también la más sangrienta guerra civil de su historia contemporánea, si comparamos la relación entre el número de muertos y el de habitantes. Carlistas e isabelinos se enfrentan no sólo por una cuestión dinástica, sino en defensa de dos modelos distintos de Sociedad.

• El 29 de septiembre de 1833 muere en Madrid el rey Fernando VII y es proclamada reina su hija Isabel II y, por minoría de edad, se nombra regente a su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, no reconoce a su sobrina Isabel y pretende defender sus derechos dinásticos, mediante la firma desde su exilio en Portugal del llamado “Manifiesto de Abrantes” (1 octubre 1833), por él se proclamaba rey de España.

• Hace una división entre buenos y malos, los primeros los que le apoyan y que él sabe que ya le están reconociendo como su rey, Carlos V, y los segundos los que siguen a su sobrina Isabel alineados con el liberalismo. Señalando así los dos bandos : carlistas y liberalistas o isabelinos. Y este fue el detonante para el inicio de la Primera Guerra Carlista en España. La primera porque hubo tres durante el atormentado siglo XIX español.

• Como fruto de negociaciones con los sectores carlistas, que, dirigidos por el general Maroto, deseaban una transacción con los cristinos, Espartero logró suscribir con aquel el convenio de Bergara, que supuso la pacificación del Norte. El Convenio de Vergara, conocido popularmente como Abrazo de Vergara fue un tratado que se firmó en Oñate (Guipúzcoa) el 31 de agosto de 1839 entre el general isabelino Espartero y trece representantes del general carlista Maroto y que dio fin a la Primera Guerra Carlista en el norte de España.