urbanismo
El edificio que albergó un Grand Hotel en Pamplona a principios del siglo XX
El exalcalde y arquitecto municipal habla de este edificio ideado por el arquitecto donostiarra Francisco de Urcola
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“Con el mayor gusto reproducimos en el presente número la vista, planta y un detalle del magnífico inmueble que para la Sociedad Anómima “La Agrícola”, de Pamplona, ha construido en la plaza de San Francísco de dicha capital, el reputado Arquitecto donostiarra D. Francisco de Urcola”. Estas son las palabras con las que se referían en la revista quincenal “La Construcción Moderna” al edificio de “La Agrícola”, en la plaza de San Francisco de Pamplona.
Un edificio que fue construido en 1912, que tiene 34 metros de alto por 33 de ancho. Cuenta con unas importantes balaustradas y balcones en todas sus alturas. Para Enrique Maya, exalcalde y arquitecto municipal, es otra de las joyas de la capital Navarra. De estilo “ecléctico”, fue construido por el reputado arquitecto donostiarra Francisco de Urcola, autor del Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, de la Monumental de Sevilla, del María Cristina en San Sebastián o el Ritz en Madrid. Aquí en Pamplona, también dirigió las obras de la Monumental en 1922, diez años después.
Para la época, supuso un edificio moderno en una sociedad “en ebullición”. No en vano, era la época en la que se comenzaron a derribar las murallas que dieron paso al Segundo Ensanche. Se construyó con el objetivo de albergar un importante hotel, como explica Juan Echenique, autor de los libros Secretos de Pamplona. “Ya en aquellos años, en los que había un montón de periódicos de todas las ideologías distintas, uno de ellos era llamaba la tradición navarra. Y en el número del 28 de julio de 1912, unos meses antes de que el hotel abriera sus puertas, ya anunciaba: 'Se proyecta instalar un gran hotel como los que hay en las grandes capitales de Europa. En aquellos años, se miraba todo lo venía de Europa con una cierta admiración'”.
Se trataba de un hotel de lujo llamado Grand Hotel. Según explica Enrique Maya, se buscaba que la gente con influencias y con dinero pudiera hospedarse en él. Después de derribar el antiguo convento que ocupaba la plaza, este imponente hotel daba a esa recién creada plaza de San Francisco, donde los pamploneses podían ver a esos influyentes clientes asomados al balcón. Sin embargo, no terminó de cuajar y apenas 10 años después el proyecto se dio por culminado.
Según explica Enrique Maya, el dueño del Hotel La Perla, en su época, también intentó reflotar esta idea de un Gran Hotel en este edificio de “La Agrícola”, pero terminó desistiendo. Hoy en día alberga a la Biblioteca Municipal.