Homenaje en Pamplona a los asesinados por ETA, como cada 23 de diciembre

El habitual lugar para estos actos es el cruce de Vuelta del Castillo con Fuente del Hierro, donde ETA asesinó al general Atarés hace 39 años

Fermín Astráin

Pamplona - Publicado el

5 min lectura

      
      
             
      

A las 7 de la tarde se ha llevado a cabo el acto central del homenaje de todos los 23 de diciembre a las víctimas de ETA. Un acto organizado por la Asociación Navarra de Víctimas de ETA (Anvite), Vecinos de Paz y la Fundación Tomás Caballero, coincidiendo con el 39 aniversario del asesinato del general Juan Atarés Peña un 23 de diciembre de 1985. 

Por la mañana, a las 10.30 horas, se ha colocado un belén en el punto señalado para que quien lo deseara depositara durante todo el día velas de recuerdo "a quienes ya no están". Una idea que surgió durante la pandemia. Jose Ignacio Toca es presidente de Anvite: "Ante la dificultad de convocar gente y de reunirla gente en aquella época, se tomó aquella decisión para facilitar también las cosas, de poner un belén y que durante el día fuera pasando la gente". Hoy el tiempo no ha acompañado. 

Por cierto, hoy la placa en memoria de Juan Atarés Peña ha amanecido ensuciada de hollín. "Hemos ido a preparar las cosas y hemos encontrado que la placa había sido parcialmente vandalizada y ensuciada. Por fortuna, no era más que una suciedad superficial que hemos podido limpiar, corregir y dejar la placa en las condiciones dignas para hacer el acto. Una vez más, los de siempre aportando su granito de arena para la convivencia".

Como te cuento, el acto central ha tenido lugar hace apenas unos minutos a las 7 de la tarde con la lectura de una poesía, y el encendido de una vela con el nombre de cada uno de los asesinados navarros y en Navarra por la banda terrorista ETA.

Texto leído en el homenaje

"Buenas tardes a todos y gracias por venir a acompañarnos un año más a las víctimas del terrorismo etarra y de la sinrazón independentista en esta víspera de Nochebuena. Sabemos que no están todos los que somos, son días complicados de preparativos navideños, viajes, familiares que van y vienen… pero también sabemos que somos todos los que estamos. Gente de bien que lucha con nosotros en esta batalla del recuerdo de quienes dejaron de sentarse a la mesa una Nochebuena porque unos asesinos así lo decidieron sin ninguna justificación.

Gracias porque, aunque repitamos el mismo homenaje todos los años, siete con el de éste, seguís queriendo mostrar vuestro apoyo.

      
             
      

Necesitamos que el recuerdo no sea flor de este día: que se extienda entre quienes, por suerte, apenas convivieron con el día a día de plomo, pero que, por desgracia, apenas conocen esta parte de la historia. Que cuando la actualidad lance noticias relacionadas con el entorno abertzale, los más jóvenes sepan de verdad qué pasó: que sepan quiénes eran los que mataban, herían y extorsionaban injustificadamente; quiénes fueron derrotados por la justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que, pese a eso, se les premia y beneficia constantemente; que sepan quiénes no colaboraron ni colaboran para esclarecer tantos asesinatos sin resolver; quiénes llegaron a instituciones tan democrática como vergonzosamente como en el caso de nuestro Ayuntamiento de Pamplona; y que se sepa quiénes han permitido por acción y omisión que todo esto ocurra indígnamente. Allá cada cual con su conciencia.

En definitiva, queremos que nadie viva en la ignorancia ni en la indiferencia. Ellos siempre contarán su verdad, son más y mejor organizados; pero no son mejores. Por eso necesitamos que todos, los que estamos aquí y los que no han venido, contemos la verdad. La auténtica: desgraciadamente hablamos en primera persona y nadie nos tiene que decir cuál es la verdad y qué sentimos. Lo cómodo es mirar hacia otro lado y cuando acabe este acto siga cada uno por su lado. Pero sabemos que vosotros, los que lleváis viniendo estos últimos años, no sois así. Y os necesitamos. A todos.

Gracias a todos los que de forma anónima y cercana venís año tras año. Y también gracias, como igual habéis leído en los medios estos días, a dos personas con nombre y apellidos. A Juan Frommknecht por su incansable lucha contra el terrorismo y amparo de los derechos de las víctimas; y a Maribel Vals como cabeza de Vecinos de Paz de Berriozar, por lo que ha simbolizado en la defensa de las víctimas del terrorismo.

      
             
      

No quiero terminar sin acordarme también de mi abuela: hace 39 años y con su marido, Juan Atarés, recién asesinado en este lugar, no se olvidó del día que era mañana, Nochebuena. Por eso, y aparte de daros las gracias en nombre de las víctimas del terrorismo navarras y de Navarra, quiero desearos a todos una feliz Navidad y que nos veamos dentro de un año aquí mismo.

Muchas gracias"

poema leído por olga izquierdo

En el silencio reverente de este día, nos reunimos para recordar a quienes se vieron arrebatados de sus vidas por la sombra del terrorismo. Cada uno de ellos, un faro de esperanza y amor, cuya luz nunca se apagará en nuestros corazones. Ellos son más que nombres en una lista; son historias entrelazadas con sueños, risas y momentos compartidos que fueron truncados de forma cruel.

      

Hoy, honramos su memoria y el sacrificio hecho por un futuro en el que la paz prevalezca sobre la violencia. Su valentía nos inspira a adelante, a alzar nuestras voces en favor de la justicia y la verdad. Recordamos no solo el dolor que dejaron atrás, sino también la fuerza inquebrantable de aquellos que luchan por mantener viva su memoria.

Cada lágrima derramada es un tributo a su legado; cada gesto de amor es una promesa de que nunca olvidaremos. En cada rincón de nuestra tierra, se alzan los recuerdos de quienes dieron lo mejor de sí por un mundo sin miedo. Son héroes anónimos que habitan en nuestro recuerdo colectivo, recordándonos la fragilidad de la vida y la necesidad imperiosa de construir puentes, no muros.

Hoy nos unimos en un abrazo solidario, renovando nuestro compromiso con la paz, la memoria y la dignidad. Que su sacrificio sea el faro que guíe nuestras acciones hacia un mañana donde el amor y el respeto sean los cimientos sobre los cuales edifiquemos nuestras vidas.

Así, mientras recordamos a las víctimas del terrorismo, también celebramos la resiliencia del espíritu humano. Porque aunque sus vidas fueron segadas, su legado sigue vivo en cada uno de nosotros. Que jamás se apague su recuerdo y que siempre luchemos por el mundo que ellos soñaron.

Por Juan Atarés Peña y por todas las víctimas del terrorismo, seguiremos pidiendo, como siempre, VERDAD, MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA.