Josean Fernández, de AERGI: "El bebedor habitual es historia, ahora hay más policonsumo"

La preocupación por el consumo de bebidas energéticas, combinadas con alcohol, entre los jóvenes vascos ha aumentado tanto como su consumo, sobre todo si atendemos a cifras que superan la media nacional. Según datos recientes de la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), en 2023, más del 19,9% de los adolescentes de 14 a 18 años en Eusakdi ha consumido estas bebidas mezcladas con alcohol en los últimos treinta días ( el porcentaje de aquellos que las han mezclado en el conjunto del Estado es del 19,5%). Euskadi supera la media y se sitúa entre las comunidades donde la prevalencia de consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol es mayor .

En COPE hemos consultado a Josean Fernández, presidente de AERGI, Asociación de Alcohólicos, Adictos a otras sustancias y conductas y Familiares en Rehabilitación de Gipuzkoa que afirma que ha habido un aumento de consumo y de hábitos de mezclar bebidas energéticas con alcohol y otras sustancias.

BUSQUEDA DE INMEDIATEZ Y EFECTOS FUERTES

Joseán ha afirmado que se nota un cambio por la "búsqueda de inmediatez y de efectos fuertes", por ello, incluso aunque siga aunmentando el número de llegadas para solicitar información, muchas personas no son capaces de quedarse a completar el proceso de rehabilitación que requiere un tiempo y una metodología.

El experto ha asegurado que el perfil de usuario ha cambiado y que el clásico bebedor "ha pasado a la historia" porque ahora se da más el policonsumo. "Ahora a muchos menores de 50 o 45 años no les entra en la cabeza salir sin un gramo de speed o cocaína para combinar con alcohol, tabaco o bebidas energéticas", ha relatado.

EFECTOS ADVERSOS

Los expertos avisan sobre los efectos adversos tanto a nivel cerebral como metabólico que conlleva esta práctica, según advierte el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA).

La muerte de un joven de 14 años, hace unos días, que había mezclado ´cocaína rosa´ con una bebida energética ha resaltado la gravedad de este fenómeno.

La preocupación se extiende a las consecuencias a nivel académico y social, ya que los estudiantes que consumen estas bebidas energéticas, especialmente cuando se mezclan con alcohol, exhiben peores resultados académicos, mayor repetición de cursos y un aumento en el ausentismo escolar en comparación con aquellos que no participan en estas prácticas.

RESPUESTAS ANTE LA SITUACIÓN

En respuesta a esta situación, Euskadi ha tomado medidas, como la reciente aprobación para restringir la publicidad de bebidas energéticas dirigida al público infantil. Además, se está considerando la posibilidad de prohibir la venta de estos productos a menores de edad. Las campañas publicitarias detrás de estas bebidas parece que habían contribuido a su aumento en el mercado, promocionándolas como refrescantes y estimulantes. Ahora las iniciativas buscan abordar y prevenir los riesgos asociados con el consumo de bebidas energéticas, especialmente entre la población juvenil.