Xabi Alonso: Estilo y precisión guipuzcoana en la final de la UEFA Europa League

En una temporada de ensueño, Xabi Alonso, al mando del Bayer Leverkusen, enfrenta el desafío definitivo: la final de la UEFA Europa League contra Atalanta. El técnico guipuzcoano busca no solo añadir un título continental a la vitrina del club alemán, sino también culminar una campaña histórica sin conocer la derrota en 51 partidos.

Alonso, quien ha trasladado su meticulosa visión del juego de su carrera como jugador a la dirección técnica, ha llevado al Leverkusen a una transformación impresionante. Desde que asumió el cargo, ha guiado al equipo desde las profundidades de la tabla de la Bundesliga hasta la gloria del campeonato nacional y ahora a una final europea. "Mis trofeos como jugador son pasado. Ahora toca ganarlos como técnico", afirma un convencido Alonso.

En el Aviva Stadium de Dublín, el Bayer Leverkusen tiene la oportunidad de cerrar una temporada perfecta, algo que quedaría inscrito en letras doradas en la historia del fútbol. Esta será la segunda final continental del club desde 2002, cuando cayeron ante el Real Madrid en la Champions League. Ahora, con Alonso al timón, el equipo está decidido a no dejar escapar la oportunidad.

El camino hacia esta final ha sido notable. Leverkusen ha mostrado una resistencia y una capacidad de remontada excepcionales, anotando 17 goles en tiempo añadido a lo largo de la temporada, emulando las épicas hazañas del Real Madrid. Este espíritu indomable se refleja en el carácter de su entrenador. "Creo que se debe a la regularidad, al rendimiento y a la mentalidad. No hemos tenido casi ningún mal momento. Hemos sido competitivos en todos los partidos jugando bien y mal. Nunca nos hemos rendido", relata Alonso.

Alonso team

La preparación de Alonso ha sido meticulosa. Con la ayuda del director general deportivo Simon Rolfes y el CEO Fernando Carro, ha construido un equipo equilibrado y dinámico. La incorporación de jugadores clave como Boniface, Frimpong, Grimaldo y Xhaka ha sido crucial para el éxito del equipo. "Wirtz necesitaba un '9' al que asistir y llegó Boniface. Frimpong volaba solo por la derecha y Grimaldo aterrizó para despegar por la izquierda. En la medular hacía falta un faro y Xhaka puso luz", explica Alonso.

El nuevo Carletto

Este logro no solo es significativo para Leverkusen sino también para Alonso, que ha demostrado ser uno de los entrenadores más prometedores del fútbol europeo. "Cuando era jugador me interesaba mucho el juego, el rival, la preparación y me preguntaba por qué pasaban las cosas. Ser medio me ayudó a ampliar mis conocimientos", comenta Alonso sobre su transición de jugador a entrenador.

Ahora, en Dublín, Alonso y su equipo tienen la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en la historia del club y del fútbol. Una victoria no solo les daría la Europa League, sino que consolidaría una temporada de invencibilidad, un hito que pocos equipos en la historia del fútbol han logrado.