SINIESTRALIDAD GIPUZKOA
Extremar la prudencia, el mejor consejo para los motoristas
El RACVN recomienda la máxima prudencia a los conductores ante un verano especialmente negro en las carreteras gipuzkoanas
Madrid - Publicado el
2 min lectura
Un total de 14 víctimas mortales se han cobrado las carreteras de Gipuzkoa en lo que vamos de año. 9 de ellas son motoristas y 3 han perdido la vida el último mes, lo que hace de este 2024 un año particularmente negro en lo que a sinistralidad se refiere.
Y la situación se va repitiendo los últimos veranos. Ante ella, el director general del Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN), Eduardo Martínez, recomienda “máxima prudencia” a los conductores, especialmente a los motoristas porque, recuerda, “sólo tienen 2 ruedas y el chasis es su propio cuerpo”. Además, aconseja mantener el vehículo “en condiciones”.
Sí cuestiona el mantenimiento de las carreteras, “especialmente de la red secundaria”, donde se producen la mayor parte de los siniestros por lo que pide a las administraciones que “pongan más dinero sobre la mesa”. A ello se une en el caso de Gipuzkoa, el “mayor número” de estos vehículos.
Una reclamación que hace suya el RACVN es la vieja reivindicación del colectivo de motoristas para que se sustituyan los quitamiendos que actualmente existen en muchas carreteras por otros modelos que impidan el fallecimiento de los conductores cuando hay un accidente o “graves amputaciones” que, a día de hoy, se siguen dando. “Son un auténtico drama para la vítima y sus familias porque son lesiones de por vida”, denuncia.
Lezo, punto negro
Hace pocos días un centenar de vecinos de Lezo se concentraban bajo el lema: 'La GI-636 nos mata'. Protestaban por el atropello mortal que se produjo unos días antes en un punto muy cercano a la rotonda de Gaintxurizketa. El fallecimiento de una mujer, que fue embestida fatalmente por el conductor de una furgoneta que se dio a la fuga, se une a la muerte de otra joven en 2023, quien también sufrió un atropello mortal.
Los vecinos se declaran hartos y piden “responsabilidad y decencia a las instituciones que tienen que garantizar su seguridad”.
Además, no es algo reciente. Afirman que la inseguridad y el miedo “es un problema que los vecinos de la zona llevan sufriendo más de 50 años”.