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Redefiniendo la menopausia: Más allá de los estigmas sociales

La menopausia ha sido tradicionalmente vista como el inicio de una serie de problemas físicos y emocionales para las mujeres. Sin embargo, las cosas están cambiando. Hay expertos que aseguran que también puede ser un "momento de liberación"

Susana Marqués Iruarrizaga

Vitoria - Publicado el

4 min lectura

La menopausia ha sido históricamente asociada con una imagen negativa: sofocos, osteoporosis, aumento de peso y envejecimiento, entre otros. Estos estigmas sociales han generado que muchas mujeres vivan esta etapa en silencio, como si fuera una enfermedad. Según la doctora Lucía Gallego, especialista en desigualdades de género en la salud y profesora de la UPV, esto es un error: "Es una etapa normal de la vida de las mujeres, pero en los últimos años se tiende a hacer patología de muchas etapas normales y a medicalizarlas". Según Gallego, aunque la pérdida de hormonas influye en la salud, en muy pocos casos requiere tratamiento médico.

Esta visión de la menopausia como un problema responde, en gran medida, a una concepción social que penaliza el envejecimiento. “La sociedad criminaliza esta etapa y la ve como pérdida de la juventud”, señala la especialista. Esta percepción está relacionada con los ideales de belleza perpetua, promovidos por los medios y las redes sociales, que exigen que las mujeres mantengan una imagen juvenil a cualquier costo.

La liberación de la "segunda primavera"

Lejos de ser un periodo de pérdida, la menopausia puede ser un momento de empoderamiento para las mujeres. En culturas como la china, este periodo es llamado "segunda primavera", en referencia a la libertad que muchas mujeres experimentan al liberarse de la presión social relacionada con la maternidad y la crianza. "Llegamos a un momento de nuestras vidas en el que ya tenemos un desarrollo profesional y un nivel de conocimientos y experiencias importante", explica la doctora Gallego. Además, destaca que muchas mujeres disfrutan de mayor libertad personal: “Podemos abordar las cosas con más libertad, tenemos más tiempo, podemos disfrutar más de la vida”.

Sin embargo, esta liberación y disfrute suelen quedar ocultos bajo los estigmas que envuelven la menopausia. En lugar de enfocarse en las oportunidades que ofrece esta etapa, la sociedad prefiere destacar la pérdida de la juventud y promover productos de belleza, cirugías estéticas o tratamientos médicos que perpetúan la idea de que esta etapa no es "bonita".

Una mujer menopaúsica busca la ayuda profesional

Las redes sociales y la dictadura de la juventud

Uno de los principales factores que intensifican la presión sobre las mujeres es el ideal de juventud perpetua promovido en las redes sociales. La doctora Gallego subraya el impacto negativo que esto tiene en la salud mental de muchas mujeres. “Se afecta mucho la salud mental cuando se abordan esos síntomas con la sensación de que es algo horrible y feo”, comenta. Este fenómeno se agrava al comparar la imagen de mujeres reales con la de actrices o figuras públicas que, a menudo, han recurrido a la cirugía estética para mantener una apariencia juvenil.

Falta de información fiable

Otro de los problemas que enfrentan las mujeres en esta etapa es la escasa información fiable. La mayoría de ellas recurren a familiares o amigas, y en menor medida a profesionales de la salud. Gallego alerta sobre los riesgos de buscar información en redes sociales o fuentes no contrastadas: "Ahí hay un riesgo porque no son fiables", advierte. Como alternativa, sugiere recurrir a fuentes como la Sociedad Española de Menopausia o a blogs profesionales, como el de la ginecóloga Judit Jaramago, que ofrece información comprensible sobre los pros y contras de las terapias hormonales.

Desdramatizar y disfrutar

Al final, la doctora Gallego resume su mensaje con claridad: es fundamental desdramatizar la menopausia y aprender a disfrutar de esta nueva etapa. En sus palabras: "Nos afecta más lo que el resto piense de lo que nos está pasando que lo que realmente nos está pasando". Lejos de ser una etapa a temer, la menopausia puede convertirse en una oportunidad para disfrutar de la vida con más libertad y plenitud.

La importancia de la alimentación 

La menopausia es un proceso en el que el déficit de estrógenos provoca cambios fisiológicos en la morfología de la mujer. Entre las principales preocupaciones están la disminución del metabolismo y el aumento de grasas viscerales y del perímetro de cintura, que hacen necesario contar con el asesoramiento de un profesional, como la nutricionista vitoriana Ainhoa Sáenz de Vicuña.

En los micrófonos de COPE explica que la menopausia está asociada a un síndrome metabólico que incluye dos procesos: un aumento de la grasa abdominal y una resistencia a la insulina, que dificulta la quema de azúcares. Este cuadro puede llevar a muchas mujeres a emprender dietas restrictivas, que resultan peligrosas.

La clave, nos dice, está en “optar por una dieta equilibrada y basada en alimentos reales y nutritivos”. Así, recomienda los alimentos ricos en antioxidantes, como frutas, verduras y legumbres, y el consumo de pescado azul por su aporte de ácidos grasos polinsaturados, que ayudan a controlar el peso. También es esencial la ingesta de calcio a través de lácteos desnatados o semidesnatados, para combatir la pérdida de este mineral.

Los hidratos de carbono de absorción lenta, como las legumbres, el arroz y la pasta, son importantes para combatir el cansancio. Es igualmente fundamental reducir el consumo de alimentos salados para evitar la retención de líquidos, así como el café y los azúcares refinados, que se convierten en grasa visceral si no se queman.

Evitar los alimentos procesados y reducir el consumo de carnes rojas es esencial para mantener los niveles de estrógenos y mejorar el bienestar general. “Aunque la lucha contra el peso puede resultar frustrante para algunas mujeres, siguiendo estas pautas alimentarias es posible lograr resultados sin caer en dietas peligrosas”, concluye.

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