CAZADORES DE MENTES
Wilson, 7 años en una secta en Bilbao: "Sigo arrepentido, influyeron para cambiar mi destino"
En COPE Euskadi comparte su paso por Nueva Acrópolis, una supuesta escuela sobre filosofía que, tras aislarle, cada vez le pidió "más dinero y más trabajo voluntario"
Vitoria - Publicado el - Actualizado
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Wilson perdió a un familiar con 20 años. Fue un duro golpe que acentuó su necesidad de "buscar respuestas", de ahondar más en el sentido de la vida, en la "filosofía" que siempre le había llamado la atención.
Un día vió en una parada de autobús de Bilbao un cartel que anunciaba una charla de budismo. La ofrecía Nueva Acrópolis, una organización internacional que se muestra como una escuela de "filosofía, cultura y voluntariado". Está activa en varias ciudades de España, entre ellas Bilbao, donde este viernes 2 de febrero tiene programada una conferencia.
Fundada en 1957 en Buenos Aires (Argentina) por Jorge Ángel Livraga Rizzi, a nuestro país llegó Nueva Acrópolis en 1973 y desde 2020 Carlos Adelantado Puchal es el director internacional. Su premisa es que "la aplicación del conocimiento trae como consecuencia un individuo mejor, capaz, por consiguiente, de construir un mundo mejor".
"El primer año fue genial"
Wilson comenzó asistiendo a las charlas cada vez con más entusiasmo. Los directores de la escuela de Bilbao, "una pareja española que lleva 40 años" al frente del centro, cada vez recababan más datos sobre él. "Te van ofreciendo charlas de temas diferentes, te vas haciendo amigos en la organización y el primer año fue genial", relata Wilson tras haber sido captado por Nueva Actrópolis, donde pasó 7 años. "Se enteran de lo que te gusta y te buscan talleres sobre ello", relata en nuestros micrófonos.
Todo es muy sútil. Al principio te piden una pequeña cuota y más tarde van "personalizando" el pago, según tus posibilidades. Junto a la mayor "aportación" económica va creciendo el trabajo "voluntario" que realizas para la organización. "Te separan de tu grupo de gente y de tus actividades. Empecé a estar mal en casa, a aislarme de mi familia y de mis amigos, intentaba manipularles también", lamenta Wilson.
El detonante, una oportunidad laboral
El "detonante" para salir de esta secta sucedió tras la pandemia de covid cuando se quedó en el paro. Quiso ir a Londres para aprovechar una oportunidad laboral, pero la directora de Nueva Acrópolis en Bilbao le quitó la idea de la cabeza y "cambió el rumbo" de su vida.
"Perdí una oportunidad única en la vida, sufrí un trauma y decidí salir de la organización. Por influencia de ellos me ha cambiado el destino", admite Wilson, quien pide al Estado "una lista de sectas, para tener al menos la información porque siempre van a seguir existiendo". También recama que haya una ley vasca y estatal que combata este tipo de organizaciones.