Una víctima de ETA: "He pensado muchas veces que algo tuvo que ver el entorno de la viuda"

El asesinato del funcionario de prisiones Ángel Mota Iglesias a manos de ETA tuvo desde el primer momento un hecho doblemente doloroso:al dolor por la muerte de Ángel, la familia sumó la sospecha de la implicación del entorno de la viuda en el asesinato.

Ángel Mota Iglesias era funcionario en la cárcel de Martutene en San Sebastián. La mañana del 13 de marzo de 1990, estaba metiendo en el coche a su bebe de meses cuando un miembro de ETA se le acercó por detrás y le disparó un tiro en la cabeza. Padre e hijo cayeron al suelo en medio de un gran charco de sangre del que el bebe fue recogido minutos después por una vecina del barrio. El funcionario de prisiones murió horas después en el Hospital.

“A partir de ese día comenzó el horror para la familia” reconoce el hermano de Ángel, Jorge Mota, que recuerda a su hermano como una persona valiente que nunca contó en casa que tuviera miedo “ seguramente para no preocupar a nuestra madre”.

Jorge Mota recibió la noticia del atentado en casa de sus padres. Sonó el teléfono y su cuñada le dijo: “A tu hermano le han dado un tiro en la cabeza y lo han trasladado a la Cruz Roja”. Sin decir nada más, colgó el teléfono.

Al llegar al hospital, comenzó para la familia de Ángel otro calvario. Las dos familias fueron llevadas a salas de espera distintas “ no querían estar con nosotros” asegura Jorge. Pasaban las horas y la tensión iba en aumento con unos padres destrozados por la muerte de su hijo y una nuera que en ningún momento se acercó a ellos a fundirse en un abrazo.

A los tres meses de la muerte de Ángel, la viuda pidió a sus suegros y sus cuñados que no se acercaran a ver a sus hijos nunca más.”Esta decisión de la viuda fue tan cobarde como el asesinato de mi hermano y terminó por hundir a mis padres” recuerda Jorge quien también relata en esta entrevista como el centro de flores que colocaron en el panteón, propiedad de la familia de la cuñada, apareció a los pocos días tirado delante del domicilio de los padres del funcionario asesinado.

En una ocasión la viuda de Ángel Mota llegó a decir a su hermano Jorge que si se enteraba de que ETA fuera a ponerles una bomba en los bajos del coche, no les avisaría.” Mi sospecha, aunque no puedo probarlo, es que mi cuñada participó de alguna manera en el asesinato de Ángel” sentencia Jorge.