"Los amigos te dejaban de hablar por miedo a que les hicieran algo"

José María Lanzagorta, artificiero de la Ertzaintza, sufrió graves lesiones tras un atentado de ETA

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José María Lanzagorta perdió cuatro dedos de la mano derecha tras la explosión de una bomba

Santiago Ruiz de Azúa

Santander - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

José María Lanzagorta Alvarado entró a formar parte de la Ertzaintza en la primera promoción, en el año 1982. “Eran años muy buenos en los que se nos veía muy bien, la gente nos apreciaba” cuenta Txema en esta entrevista en la que reconoce que luego, todo cambio.

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Un informe elaborado por la Universidad de Deusto, a petición del Gobierno Vasco, cifra en 15 los miembros de la Policía Autónoma Vasca asesinados por la banda terrorista ETA. Cuantifica en casi 7.900 los agentes sobre los que ETA recabó información para cometer atentados. Y documenta más de 1.300 acciones de “kale borroka” contra miembros de este cuerpo policial. Un hostigamiento que, al igual que con otros cuerpos policiales, se extendió también a las familias.

Lanzagorta formaba parte de la unidad de artificieros de la Ertzaintza cuando el 11 de noviembre de 2007 se recibió una llamada a través del 112 alertando de la colocación de una bomba en los juzgados de Getxo, Bizkaia. ETA tenía preparada una trampa para los agentes que hasta allí se desplazaran: había escondido otro artefacto, del que no había avisado, en una papelera.

Fue un fallo en los detonadores de este segundo, lo que provocó la explosión que amputó cuatro dedos de la mano derecha a Txema. “Sentí mucha rabia” asegura Lanzagorta a quien le cambió la vida a partir de ese momento. “Artificiero, diestro sin cuatro dedos, te puedes hacer una idea”.

Txema reconoce que al vivir en Bilbao no ha sufrido el acoso que sí han vivido compañeros de otros pueblos más pequeños, muchos de los cuales tuvieron que marcharse a vivir fuera del País Vasco. “Tenía compañeros a los que dejaban de saludar hasta sus amigos por miedo a que les pudiera pasar algo” cuenta Txema quien asume que no fue toda la sociedad la que actuaba así contra ellos. “Fue solo una parte, una parte que hizo mucho daño”.