Arranca el juicio por el secuestro de un bebé que mantuvo a Bilbao en vilo

Este martes arranca en Bilbao el juicio por el secuestro del pequeño Aimar, en octubre de 2022, un recién nacido que permaneció casi horas secuestrado, por Mireia, que entonces tenía 24 años.

Vestida como una sanitaria

La acusada se lo llevó de la habitación sobre las nueve de la noche tras engañar a su madre diciéndole que tenía que hacerle una prueba, pero no era cierto.

Aprovechando el trajín habitual en un centro hospitalario del tamaño de Basurto sacó al bebé del hospital oculto en una bolsa de plástico y se lo llevó a su casa en el barrio de Santutxu.

El padre dio la voz de alarma

Mientras tanto, Pedro, el padre de Aimar, llegó al hospital sobre las 22.00 de la noche solo para descubrir que su hijo no estaba. Tras preguntar por su paradero saltaron todas las alarmas y comenzó una frenética búsqueda en la que la Ertzaintza y demás fuerzas de seguridad se implicaron al máximo

A primera hora de la mañana la secuestradora dejó el bebé en el felpudo de una vecina antes de macharse del barrio en dirección a otra parte de Bilbao, mientras el pequeño Aimar era localizado y trasladado de nuevo con sus padres al hospital de Basurto, que agradecieron las muestras de apoyo recibidas en esa complicada noche

Rápida actuación de la ertzaintza

Poco después Mireia era detenida y puesta a disposición judicial. Tras ello quedó en libertad provisional, aunque voluntariamente ingresó en una unidad psiquiátrica.

Comienzo del juicio

Ahora es el momento del comienzo del juicio, un proceso en el que La Fiscalía reclamará en el juicio una pena de 4 años de prisión por un delito de detención ilegal por estos hechos.

El Ministerio Público pedirá que se le aplique la agravante de víctima vulnerable y una atenuante por devolver al bebé en menos de tres días.

Acusación particular

La acusación particular, que representa a los padres del recién nacido, considera los hechos como un delito de secuestro de menor y de abandono, con lo que eleva la petición de cárcel a siete años.

Además, ambas partes solicitarán una indemnización para los padres de 12.000 euros por daños morales.