Javier Urquizu, vítcima de ETA, sobre la nueva escultura-homenaje en Bilbao: "Es insuficiente"
Bilbao - Publicado el - Actualizado
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Bilbao cuenta desde este lunes con un nuevo conjunto escultórico en homenaje a todas las víctimas del terrorismo y la violencia política en la ciudad. Una iniciativa con la que no todas las personas afectadas se sienten identificadas. Es el caso de Javier Urquizu, hijo de José María Urquizu Goyogana, Teniente coronel del Cuerpo de Sanidad, asesinado por ETA el 13 de septiembre de 1980 en Durango, quien ha querido alzar su voz y ha anunciado su ausencia en acto de inauguración en COPE Euskadi. "Es insuficiente, ya que sin justicia no hay nada que nos sirva", asegura.
La obra del artista navarro José Ramón Anda, se ha colocado entre la explanada ajardinada de Alameda Mazarredo y el Museo Guggenheim y forma parte de un proyecto del Ayuntamiento y el Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia. Monumento que Urquizu considera "una burla" para los "supervivientes y asesinados".
"CONDENADO A REPETIRSE"
El conjunto de 22 toneladas, de nombre 'Atalase' está compuesto por una gran estructura central de acero corten y cinco bancos de mármol, tiene como objetivo invitar a la reflexión y el encuentro. La escultura incluye, además, una gran placa donde van escritos los nombres de las víctimas mortales de la violencia política y del terrorismo en Bilbao. Se trata del primer espacio en Euskadi de estas características donde a partir de ahora se conmemorará el Día de la Memoria cada 10 de noviembre. Obra que no representa a afectados como Javier. "A mí el monumento que reconforta es el de Agustín Ibarrola en Lakua. Ese sí es nuestro monumento con el nombre de todas las víctimas", explica.
En este sentido, el autor ha creado un espacio para la tranquilidad, el reposo y el encuentro, disponiendo de cinco bancos deliberadamente heterogéneos en su forma y volumen con el objetivo de poder visualizar el entendimiento entre diferentes, el respeto y experimentar la paz. Aun así, Urquizu insiste en la necesidad de hacer justicia para evitar que episodios terroristas del pasado se repitan. "Todo acto intolerable que no se combate con firmeza y determinación absoluta hasta sus últimas consecuencias está condenado a repetirse", sentencia.