Hace el examen de conducir en Vizcaya y al coger el coche comete un error “ruidoso” que le hace suspender al momento

Una anécdota que contaba en TikTok el profesor que le había enseñado durante sus clases y que enseñaba a los futuros conductores

Ana Rumí

Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Si tienes el carné de conducir, independientemente de dónde y a qué edad fue cuando te lo sacaste, te acordarás que ha sido uno de los momentos en los que más nervioso has estado. Con razón, porque en un trayecto de aproximadamente media hora tienes que demostrar todo lo que has aprendido en tus clases. 

Además, sabrás que es un momento en el que te pones especialmente nervioso, porque has tenido un proceso previo de diversas pruebas y esta es la final. Es decir, si pasas el examen práctico, ya dispondrás de tu carné de conducir.

Por eso, si cabe, es el examen en el que más nervioso te pondrás, es en el práctico. Además, seamos sinceros, es el momento en el que más fallos puedes llegar a tener. Y, claro, si acumulas una serie de faltas leves, puedes terminar suspendiendo.

Para que te hagas una idea, solo el 27% de los españoles que se presentan al examen de conducir aprueban en la primera convocatoria. Lo normal es sacarte el carné tras, al menos, dos intentos.

O sea, que si estás en esa situación, no te preocupes porque tienes más intentos y puedes llegar a sacártelo. Eso sí, presta mucha atención a los errores más comunes que tienes en tus clases prácticas, porque puede que te vuelvan a salir el día del examen.

Y si no, que se lo digan a este alumno de una autoescuela de Vizcaya.

      
             
      

El error que comete nada más subirse al coche

Cuando uno llega al centro de exámenes de la DGT para examinarse del carné práctico, le empiezan a temblar las piernas, las manos, y sientes que nada de lo que has aprendido será suficiente. 

Afortunadamente, es un sentimiento que se te suele pasar cuando te pones al frente del volante, te relajas y piensas que has venido a demostrar todo lo que has aprendido en los meses anteriores.

Sin embargo, con esa situación de nervios, muchas veces te nublas y acabas cometiendo errores que ni siquiera son de principiante.

      
             
      

Es lo que le pasó a este alumno de unas autoescuelas repartidas por Vizcaya. Él, tal y como contaba su profesor a través de un vídeo de TikTok, se subió al coche y lo arrancó sin hacer algo fundamental: quitar el freno de mano.

Puede que hubiera sido un error en el que nadie hubiera reparado si se hubiera corregido pronto, pero lo cierto es que todo empeoró cuando empezó a sonar una música que alertaba de que “o bien no te has puesto el cinturón, o que no has quitado el freno de mano”.

Lo cierto es que el profesor, por quitar un poco de hierro al asunto, preguntó al examinador qué era esa música, y él, intentando pasar por alto esa falta, le preguntó a ver si era la radio.

      

Sin embargo, el alumno comenzó a ponerse todavía más nervioso y fue a quitar la radio, pero ya estaba quitada, por lo que, en realidad, la encendió. “Entonces, ya se ha asustado y ya la ha liado” decía el profesor.

Con ese historial de catastróficas desdichas, el alumno no superó la prueba. Pero, por supuesto, eso no significa que no se lo vaya a sacar nunca, solo hay que perseverar.

Diez años sin pasar la ITV Y ESTO ES LO QUE PASA

Teresa apenas lleva una semana con su escarabajo de hace 54 años y, cuando se lo vendieron, le habían avisado de que el coche llevaba sin pasar la ITV 10 años. 

Por supuesto, es algo con lo que no debería contarse, y tiene que pasar la inspección cuanto antes para poder circular. Lógicamente, después de pasar tantos años sin revisarse, Teresa estaba de lo más nerviosa.

Nada más adquirir el coche, decidió pedir cita en la ITV de Zafra pero, según cuenta, “es una mafia” y optó por pedirla en Almendralejo. Le dieron cita para pasar la revisión a la semana siguiente y ahí es donde se llevó la sorpresa.

Estación de la ITV (Inspección Técnica de Vehículos)

Cuando le preguntaron los kilómetros que tenía el coche, ya empezó mal, porque tenía 44.633, una auténtica barbaridad. Entre risas, Teresa puso en marcha el parabrisas, y pronto se dio cuenta de que no tenía agua.

También, cuando tuvo que poner los intermitentes, no fue capaz de encontrarlos. Admitió que le daba “miedo” lo que iba a pasar, y tiempo después, enseñaba el resultado: favorable, pero tiene que volver a pasarla en menos de un año.