MURCIA
La saeta es una flecha arrojada al corazón de los feligreses
Así ha definido este palo flamenco, el cantaor Curro Piñana. En COPE MURCIA, ha destacado que al cantar la saeta hay una comunión y un diálogo entre el artista y el público
Málaga - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Curro Piñana también ha contado que su tradición en el mundo del flamenco le viene de muchas generaciones, remontándose a la figura de su abuelo, el artista Antonio Piñana. Una herencia que continúa actualmente su sobrino Rafa.
Nos ha anunciado que cantará en localidades como Molina de Segura, Alcantarilla, Madrid o Puerto Lumbreras. La saeta, ha dicho, que es un cante que te obliga a mover todo el cuerpo, no solo la voz. Mientras cantas, cierras los puños y zapateas con los pies.
Como broche final nos ha cantado en los estudios de COPE NAZARENA, una saeta dedicada al Cristo de los Toreros.
También nos ha visitado Conchita Pacheco, miembro de la Asociación de Nazarenos Murcianos. Ha hablado del recital de poemas sacros que celebró esta asociación hace unos días. La ha acompañado María jesús Navarro, poeta y escritora murciana, que recito algunos de sus poemas en dicho certamen. También en directo nos ha reglado uno de sus trabajos titulado “Plegarias al padre”.
Y finalmente, Pedro Zamora nos ha hablado de una famosa leyenda que envuelve nuestra Semana Santa y que perdura a lo largo de los siglos. Se trata de la historia de los dátiles del paso de “La Oración en el Huerto”, obra de Francisco Salzillo. Según la tradición, al finalizar esta procesión del Viernes Santo, las mujeres que no se quedan embarazadas, si comen un dátil con fe, muchas de ellas logran su objetivo.
Pedro Zamora es cabo de andas de dicho paso.