Así se combate la soledad en los hospitales de la Región de Murcia

Tener el apoyo de un familiar o un amigo durante el ingreso en un hospital suele ser algo necesario. Pero... ¿Qué pasa con aquellos enfermos que no tienen cerca a sus seres queridos?

El año pasado, la Fundación FADE ayudó a más de 1150 pacientes ingresados en diferentes hospitales de la Región de Murcia como: el Reina Sofía; Santa María del Rosell; Virgen de la Arrixaca; Morales Meseguer; y el Santa Lucía.

La Fundación FADE se centra en promover una ciudadanía activa e implicada en la prevención de problemas sociales que afectan al desarrollo de las personas.

Todo esto es posible gracias a la labor de los voluntarios que forman parte de la fundación. Uno de ellos es Paco Cano.

Paco Cano, voluntario en la Fundación FADE: “Como voluntario lo que hago es compartir un poco de mi tiempo con aquellas personas que por circunstancias de soledad y enfermedad más lo necesitan. Aquellos que se encuentran en un momento vital de su existencia y que lo tienen que afrontar solos. La soledad y la enfermedad es un coste muy complejo de digerir pero a su vez es una realidad de nuestro día a día".

Paco acompaña a algunos enfermos del Hospital Morales Meseguer. “Cuando un paciente está en su habitación, su mundo se limita a cuatro paredes y es el voluntario el que intenta romper esa monotonía. A todo el mundo nos cuesta reconocer nuestra soledad y suele ser frecuente que ante nuestro ofrecimiento nos digan que no precisan de acompañamiento. Es entonces cuando el voluntario utiliza sus estrategias y ante una simple pregunta surge la magia y se establece la conversación”, confesaba este voluntario.

Un nuevo aprendizaje

“Cada paciente que conoces es una experiencia de vida” aseguraba este voluntario.

Paco Cano, voluntario en Fundación FADE: “Te quedan para el recuerdo aquellas vivencias en las que has compartido más tiempo con algún paciente. En las que has llegado a crear un vínculo muy personal y a la vez muy hermoso”.

La importancia del voluntariado

Paco Cano, voluntario en Fundación FADE: “A todas aquellas personas que se plantean la posibilidad de hacerse voluntario les digo que den el primer paso, que nunca van a estar solos. Detrás de nosotros hay un gran equipo técnico y de gestión. Es una experiencia única. Sales con una sonrisa interior, algunas veces bañadas en las lágrimas que te has aguantado delante del paciente pero con una profunda sensación de paz y armonía”.