SUCESOS
El parricida confeso se niega a que se conozca el contenido de su móvil
Sí ha accedido a que se le tomen muestras de ADN.
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El hombre que este jueves fue ingresado en prisión tras confesarse autor de la muerte de su padre a puñaladas en el domicilio de éste en Murcia se ha negado a que la Policía analice el contenido de su teléfono móvil, mientras que, por el contrario, sí ha accedido a que se le tomen muestras de ADN.
Así se refleja en las diligencias del caso, a las que ha tenido acceso Efe, en las que se indica que el mismo día en que se entregó a la Guardia Civil en Liétor (Albacete), el pasado martes, fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Murcia, donde se le pidió autorización para realizar un análisis del contenido de su terminal.
Sin embargo, H.V. se negó, por lo que los agentes que participan en la investigación han pedido al juzgado que autorice el examen del contenido del teléfono móvil, que se encuentra depositado en dependencias policiales a la espera de ello.
La práctica de esa prueba se considera de gran importancia por la Policía para tratar de conocer, entre otros datos, los mensajes que pudieron registrarse en las semanas previas al crimen.
Entre ellos, los que, según asegura la madre del investigado, envió a sus padres con contenido amenazante.
El teléfono móvil figuraba entre los objetos que se encontraban en el interior de la bolsa que el presunto parricida arrojó al arcén de una carretera del citado municipio albacetense a la llegada de los agentes de la Benemérita.
Por el contrario, sí se mostró colaborador cuando la Policía le pidió someterse a la toma de muestras de ADN, lo que se llevó a cabo en presencia de su abogado, designado por el turno de oficio.
Los agentes le indicaron que las mismas irían destinadas a la base de datos policial para recoger la información genética reveladora de su identificación y su sexo.
Según declaró a la Guardia Civil y posteriormente en el juzgado de guardia de Murcia, H.V. acabó con la vida de su progenitor con golpes propinados con un triángulo de señalización de averías y con casi treinta puñaladas en varias partes del cuerpo.
El presunto parricida añadió que también él resultó con lesiones en una mano, producidas por cortes del arma blanca, mientras que las que llevaba en el pie las atribuyó a las patadas que propinó a su padre.