Un policía Nacional salva la vida de un corredor con un abanico en San Pedro del Pinatar

Francisco Javier Molina es un agente de la Policía Nacional que justo hace un mes estaba fuera de servicio, disfrutando de una carrera en San Pedro del Pinatar junto a su hija. Casi al final de la prueba vio como un corredor se desplomaba. Ocurrió en el kilómetro 8, de una prueba de 9 kilómetros.

Cuando se acercó, pudo comprobar que el corredor se estaba atragantando con su propia lengua. Consiguió salvarle la vida, gracias a su pericia, y a un abanico que le facilitaron desde la organización. Además, el agente fuera de servicio tuvo que realizar al corredor de forma inmediata la reanimación cardiopulmonar, al comprobar que carecía de respiración y pulso.

El corredor ha estado ingresado en el hospital, muy grave, desde entonces. Este miércoles 6 de Noviembre, justo un mes después, se ha reencontrado con el policía nacional para darle las gracias. Francisco Javier Molina ha dicho en COPE que “No hay palabras para describir el abrazo que me ha dado, estará agradecido eternamente”.

El agente fuera de servicio tuvo que realizar al corredor de forma inmediata la reanimación cardiopulmonar (RCP), al comprobar que carecía de respiración y pulso, según informaron fuentes de la Policía Nacional en un comunicado.

Los hechos sucedieron mientras que el agente se encontraba viendo el desarrollo de la carrera junto con su familia cuando, en un momento dado, uno de los corredores cayó desplomado a escasa distancia de donde se encontraba el policía nacional.

De manera inmediata, el agente comprobó que el corredor tenía la mirada perdida y que se estaba atragantando con su propia lengua, por lo que colocó a esta persona en posición lateral de seguridad, a la vez que solicitaba que avisaran rápidamente a servicios sanitarios.

En ese momento se personó en el lugar el concejal de Deportes del Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, el cual colaboró con el agente en la maniobra realizada para evitar el atragantamiento con su propia lengua consiguiendo la liberación de las vías aéreas.

Seguidamente, el agente de la Policía Nacional pudo observar y comprobar que este varón carecía tanto de pulso como de respiración, no respondiendo a ningún tipo de estímulo, por lo que comenzó a realizar la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Pasados unos minutos acudió al lugar una unidad medicalizada de emergencias cuyo personal sanitario, junto con la primera asistencia realizada por el agente y la posterior utilización de un desfibrilador, consiguió estabilizar al varón.

El corredor fue trasladado posteriormente hasta un hospital de la ciudad de Murcia, destacando los servicios sanitarios que la labor del Policía Nacional fue decisiva para lograr su recuperación.

Una vez más, la exigente formación que los agentes de la Policía Nacional reciben a lo largo de su carrera profesional, y en la que se incide especialmente en las técnicas de auxilio en diferentes situaciones de emergencia, "ha resultado fundamental para que la víctima pudiera recuperarse".