El fenómeno que une a Tamara Falcó y Paco Arango, en 'Diálogos'

A Tamara Falcó y Paco Arango les unen muchas cosas, pero como nos cuentan en 'Diaólogos' hay un fenómeno que les fascina

Pilar Abad

Publicado el - Actualizado

7 min lectura

Ya sabemos de las fundaciones de Paco Arango, de todo lo que hace por ayudar a los demás, de sus películas y también en este ‘Diálogos’ con Tamara Falcó conocemos algunos de los proyectos que está preparando.

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“Ahora estoy rodando un documental en la frontera entre Venezuela y Colombia porque hay una emigración brutal, está todo el mundo saliendo de Venezuela”, cuenta Arango. Y al final “estoy ayudando más que filmando”, porque a la vez que Paco graba se encuentra con historias, con gente necesitada, con gente que ayuda y su filantropía hace lo que sea por ayudar y ha terminado uniendo a siete fundaciones para colaborar juntos en este drama.

Algo que a Tamara le llama la atención y le despierta la curiosidad porque con “tantas cosas buenas que puedes hacer” le pregunta a Paco que “¿cómo decides con cuáles colaborar”.

A lo que Arango responde que “intento colaborar con todas las que puedo, yo incluso he creado algunas”. Destaca Paco que recibe llamadas de todo tipo “y las más duras son las de los niños”.

Señala Paco Arango que aunque la Fundación Aladina se centra en ayudar a los niños con cáncer, dentro de esa Fundación ha creado el ‘Fondo Andrea’ para ayudar a quienes lo necesitan, más allá de los niños enfermos.

Tamara, a Paco Arango: ¿Crees que tus niños te ayudan desde el cielo?

Como creyentes, son muchas las cosas que se cuestionan y por la labor que Arango hace con los niños enfermos de cáncer, Tamara le pregunta si “¿crees que tus niños te ayudan desde el cielo”.

“No te quepa duda”, contesta Arango enseguida. Son muchas las cosas extraordinarias que le han pasado y recuerda la historia que sucedió cuando rodó su segunda película ‘Lo que de verdad importa’.

“La película tiene ‘Over the rainbow’ como una de las canciones de la banda sonora original, pero la hawaiana, la que interpreta al ukelele Israel Kamakawiwo'ole . Esacanción le gustaba mucho a un niño que se llamaba Guzmán y que se me fue al cielo y yo le prometí que esa canción sonaría en la película”.

“La película”, continúa Arango “es de un curandero, que tiene el don de curar pero no lo quiere porque es un guaperas egoísta. Se encuentra en su camino con una niña con cáncer que no cree en los curanderos pero que le hace fingir que la está tratando o ayudando porque a sus padres les hará ilusión. Esa niña que me la inventé yo, me enteré por la Fundación que una madre acababa de perder a su hija y le pedí permiso para llamarle como esa niña. La madre me contó que ‘Over the rainbow’ era la canción favorita de esa niña y que le había cantado en su graduación de High School tres semanas antes de fallecer. Te prometo que Guzmán ha sido clave del éxito de la película, éxito en 16 países número uno en Netflix en el verano pasado, una película totalmente benéfica y cada vez que íbamos a un país había una señal pequeñita de Guzmán, que conseguí ver”.

EL ARCOÍRIS, MUCHO MÁS QUE UN FENÓMENO PARA TAMARA FALCÓ Y PACO ARANGO

Y son esas señales con las que se identifican nuestros protagonistas, y las que dotan de un significado, de una interpretación por su fe y su amor a Dios. Es el caso del arcoíris, este fenómeno que a todos nos maravilla y nos asombra ver tras una tormenta y que para Tamara y Paco significa algo más.

“Para mí esa señal es un arcoíris” dice Tamara que deja anonado a Paco porque también para él lo es y cuenta que un día “me encontraba en el campo, con morriña, con esa sensación de que nadie me quiere… Entonces, hablé con un curo y me dijo “pídele a Dios que te apapuche”. Después de hablar con él me fui a caminar y ante mí apareció el arcoíris más grande que he visto”.

Una niña pequeña dibuja el arcoíris en la ventana

Una niña pequeña dibuja el arcoíris en la ventana

Pero no ha sido la primera vez que le ha ocurrido a Arango, “otra vez, cuando fui al Vaticano y pusieron mi película yo le dije a Dios “no vi al Papa, no pasa nada, pero si tú me das una señal…”. Y al salir por la puerta vi el arcoíris más espectacular frente al Vaticano. Para mí los arcoíris son clave”.

Y entonces Tamara Falcó le explica a Paco Arango la historia del arcoíris “resulta que cuando Dios decide que somos malísimos en la Tierra y hace el Arca de Noé y meten allí todos los animales y a la familia de Noé, hace que lleva durante esos 40 días con sus correspondientes 40 noches y en un momento dado ya deja de llover porque a Dios ya se le pasa el enfado y el símbolo que Él tiene para decir que nunca más va a inundar la Tierra –o destruirla con un diluvio- es el arcoíris.”

“Por eso lo de la Paz está muy ligado al arcoíris”, destaca Tamara.

Además, cuenta Arango que “cada vez que hago una donación importante en Latinoamérica sale un arcoíris, pero un arcoíris que hasta una vez salió en la portada de un periódico de lo impactante que fue, para mí son señales inequívocas”.

Arcoíris

Arcoíris

ASÍ SON PACO ARANGO Y TAMARA FALCÓ

Paco entró en un hospital hace 20 años y todavía no ha recibido el alta. Lo tenía todo pero un día le miro a los ojos a un sacerdote amigo y tras realizar labores de voluntariado en el Hospital del Niño Jesús, le dijo: “Quiero mancharme las manos de verdad”. Desde hace casi dos décadas Paco centra su vida en lo que de verdad le importa. Filántropo, director de cine, productor y guionista, este mexicano de nacimiento es el alma y corazón de la Fundación Aladina, entregada a los niños con cáncer y a sus familias. Cada año atiende en España a alrededor de 4.000 pequeños. Para él, lo que está en juego no es ni la vida ni la muerte, es el amor.

En el recibidor virtual de su cuenta de Twitter, Paco ha instalado el hashtag #Siemprefuertes acompañado de una sonrisa. Si hay dos palabras que resumen su vida esas son: optimismo y solidaridad. Optimismo porque lo peor que te pude pasar dice es caer en la decepción. Solidaridad porque recuerda cómo su padre, el séptimo hombre más rico de México según la revista Forbes, les inculcó que la suerte que habían tenido en la vida hay que devolverla.

De su padre tiene el empuje para los negocios. De su madre heredó el espíritu soñador. El mismo que le introdujo en el mundo de la música desde su época de estudiante en Boston. Porque Paco quiso ser cantante sí y sacó 5 discos. Quiso ser director de cine y consiguió que una de sus películas tuviera 5 nominaciones a los Goya.

En el día a día Paco no se despista y si lo hace, sus dos perros, Batman y Dina le recuerdan sus dos pasiones: el cine y la Fundación Aladina.

A Tamara también le encantan los niños. Decir que ella es hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón, Carlos Falcó, podría ser muy simplista. Hablar de Tamara es hacerlo también de una joven muy formada. Se licenció en Comunicación en Estados Unidos. Después, estudió moda Milán y en la Escuela de Negocios ISEM en Madrid.

Tamara tuvo su primer contacto con la moda trabajando en Inditex pero enseguida cambió la ropa por el vino y en 2005 se implicó en el negocio de su padre. De los caldos se pasó a la organización de eventos en El Rincón, el palacio que regentaba su progenitor. Un padre de ojos oscuros, como ella siempre recuerda.

Cuando en 2018 debutó como diseñadora, su humildad le llevó a pedir paciencia porque dijo que estaba aprendiendo. Su amor por la moda le ha seguida durante toda su vida pero ha sido intrínseco al amor por la belleza porque asegura, la belleza es un reflejo de Dios.

Ni Paco ni Tamara ocultan su Fe. En el caso de ella, su conversión comenzó tras leer la Biblia en el verano de 2011 y desde entonces, demuestra que se puede compaginar el glamour que le rodea con ganar la 4ª edición de MasterChef Celebrity, con rezar el rosario y con acudir a misa todos los días.

Reconoce que su madre es la persona más importante de su vida. Siempre lleva consigo la medalla que le regaló por su Primera Comunión. Sostiene que ser soñadora sin trabajar no funciona. Que el hombre se enamora por los ojos y la mujer por los oídos. Quizá por eso es firme defensora de que una risa vaya acompañada de cierta sonoridad. De la misma espontaneidad que la llevó por ejemplo a regalar al padre Ángel una hucha gigante llena de monedas de 2 euros que ella coleccionaba.

Hoy Tamara y Paco detienen su mundo unos minutos para hablar sin guion del mundo. De lo que nos rodea.