En 'El Espejo'

Inmaculada Alva: "De repente, una chica célibe pero, al mismo tiempo, laica, choca"

La coautora del libro 'El hecho inesperado. Mujeres en el Opus Dei (1930-1950)' analiza el papel que jugaron las pioneras en los primeros pasos de la Prelatura

Redacción Religión

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El Instituto Histórico San Josemaría Escrivá ha realizado una investigación sobre el papel de las mujeres en los primeros pasos del Opus Dei. Unos años en los que no era habitual el protagonismo femenino en ningún ámbito de la sociedad, tampoco en el mundo laical dentro de la Iglesia. El trabajo ha sido realizado por las profesoras Mercedes Montero e Inmaculada Alva.

Ésta última nos ha acompañado en 'El Espejo' para hablarnos del libro. Una obra que comienza con una confesión de san Josemaría: que no preveía que fuera a haber mujeres en el Opus Dei, por lo que decía a las pioneras que eran como 'la hija inesperada'. La profesora Alva qué sucedió para que se obrara el cambio en esa primera intención del fundador de la Obra: "En 1930, tuvo una especial luz de Dios que le hizo ver que las mujeres tenían que estar porque, si el mensaje que él defendía era de santidad en medio del mundo, de llegar a todos los rincones de la sociedad... las mujeres tenían que estar, sino el mensaje quedaría incompleto". De esta forma, el fundador del Opus Dei acaba adelantándose a su tiempo, dándole a las mujeres un papel protagonista que no tenían en ese momento.

De esta manera, san Josemaría se percata de que la presencia de las mujeres viene exigida por la propia dinámica del carisma de la Obra. "Al profundizar en este carisma, comprendió que faltaban las mujeres. Él decía que, si faltaban las mujeres, 'la Obra se habría quedado manca'", explica la coautora del libro.

Inmaculada Alva: De repente, una chica célibe pero, al mismo tiempo, laica, choca

Inmaculada Alva, una de las autoras del libro

Esta decisión, casi profética y desde luego muy adelantada a su tiempo, coincide con un acontecimiento muy convulso para la historia de nuestro país como es la Guerra Civil y la posguerra. Dificultades, sin embargo, que el Opus Dei fue capaz de sortear. "Causó sorpresa, porque el avance de los hombres en el Opus Dei también tuvo sus dificultades, pero se veía como más normal, porque los hombres tenían un trabajo profesional y, entonces, muy pocas mujeres iban a la universidad. El destino de las mujeres era casarse y dedicarse al hogar", señala Inmaculada Alva.

"De repente, una chica célibe pero, al mismo tiempo, laica, y que está difundiendo un mensaje de santidad, choca. A algunas personas les parecía como poca cosa, medias tintas. Les parecía que una entrega real tenía que ser en un convento de clausura o en otra vocación religiosa. Y, además, tenían las dificultades propias de ser mujeres solteras y necesitaron muchas veces el apoyo de sus hermanos, que ya eran de la Obra, por ejemplo, para comprar un billete, para firmar el contrato de la casa donde vivían...", apunta la coautora del libro.