En 'El Espejo'

Mons. Benavent desgrana la nota doctrinal sobre la oración cristiana

El presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe explica el documento en el que alertan sobre elementos procedentes de otras religiones

Natxo de Gamón

Publicado el - Actualizado

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La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española lanzó la semana pasada una nota doctrinal titulada «Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo» (Sal 42, 3). Orientaciones doctrinales sobre la oración cristiana. Se trata de un documento de 40 páginas en el que los obispos alertan del peligro de acoger cualquier método de oración y meditación ajeno a la fe, porque puede ponerse en peligro la genuina oración cristiana.

En 'El Espejo' de la Cadena COPE, Mons. Enrique Benavent, presidente de esta Comisión Episcopal, ha explicado los pormenores de la nota. En primer lugar, asegura que el hecho de que exista en nuestra sociedad una demanda creciente de espiritualidad “es, ciertamente, una buena noticia, porque es expresión de la sed de Dios que hay en el corazón de todo hombre”.

El obispo de Tortosa explica que “este documento es una invitación a un discernimiento. Lo que estamos ofreciendo desde la Iglesia es lo que realmente conduce al encuentro con Dios, que es el único que puede saciar esta hambre que hay en el corazón del hombre. Es el camino que nos ha enseñado Jesús”.

“¿O simplemente nos contentamos con una tranquilidad interior, hasta el punto que muchos pueden llegar a pensar que con esa tranquilidad ya han llegado a la meta?”, se pregunta monseñor Benavent. “Esa es la clave que está en el fondo para entender el documento”.

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El documento propone algunos criterios para realizar este discernimiento. “Hay una distinción en el documento que es importante: distingue entre técnicas y métodos”, señala monseñor Benavent, que explica que “un método es una concepción global de la vida. Presupone una concepción de la relación del hombre con la naturaleza y con los otros, presupone una cierta idea de lo absoluto y presupone también una idea de lo que es la felicidad, que es la meta a la que se quiere llegar”.

Si todas estas ideas muchas veces se asumen acríticamente y se incorporan en el camino de la meditación y de la oración, se puede desvituar la fe cristiana, y por lo tanto no se puede hablar de una auténtica oración cristiana”, apunta el obispo de Tortosa.

Los obispos entienden, sin embargo, que “en ciertas tradiciones religiosas, se han desarrollado mucho técnicas para llegar a una paz interior que pueden predisponer positivamente a la oración y al encuentro con Dios”.

“En la medida en que alguien sea capaz de poder separar técnicas concretas y aislarlas de esa metodología que presupone una determinada concepción de la vida, de la relación con el cosmos, de Dios, de lo que es la felicidad... Esas técnicas pueden perfectamente aceptarse como una preparación para la oración, pero no serían, propiamente hablando, la oración misma”, señala monseñor Benavent.

El obispo de Tortosa ha explicado que la nota no pone ninguna pega al diálogo con otras religiones. “Yo creo que en la nota nadie encontrará ninguna condena a las otras religiones, ni ninguna alusión a los creyentes de otras religiones, ni ningún rechazo al diálogo interreligioso. Ahora bien, hemos de tener en cuenta que la finalidad del diálogo interreligioso es conocer mejor al otro y que eso nos lleve a una convivencia en paz entre los creyentes de todas las religiones”.