Mons. Reig Pla: "Más vale perder la vida por la fe que no tenerla"

El obispo complutense analiza el legado de los Santos Niños, Justo y Pastor en el día de su fiesta

Redacción Religión

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Nos remontamos al año 305- silgo IV después de Cristo- donde dos niños fueron degollados por orden de un emperador. El emperador Diocleciano fue el que ordenó su muerte, la muerte de Justo y Pastor, que además eran hermanos. ¿El motivo? No renegar de su fe católica.

La piedra donde se les martirizó se guarda en una cripta dentro de la Catedral Magistral de Alcalá de Henares. Allí se construyó sobre una iglesia que a su vez se levantó en el llamado Campo Laudable, donde mataron a los dos hermanos mártires de 7 y 9 años.

El 6 de agosto recordamos de forma especial este día. El día de los patronos de la ciudad de Alcalá y a sus Santos Niños Justo y Pastor.

Monseñor Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, hablaba para los micrófonos de la Cadena COPE sobre "todo lo que podemos aprender de ellos".

Los Santos Niños Justo y Pastor nos enseñaron lo que es "la inocencia" de unos niños que ven el cielo abierto. El obispo de Alcalá de Henares también recalca la "fortaleza" de lo que es la infancia y cómo hemos de tomar en serio a los niños. Por último, aprendemos de ellos la "resistencia" ante los azotes y el martirio de ser degollados.

La historia de los patronos de la ciudad complutense nos deja un testimonio de fe para poner en valor tanto niños como adultos. "Más vale perder la vida por la fe, que no seguirla".

El obispo Reig Pla no podía dejar pasar por alto mencionar el tiempo en el que nos encontramos, sumergidos en una pandemia a causa del coronavirus. Dice, le llamó especialmente la atención que la asistencia religiosa no se considerase un trabajo esencial, pues "la cura del alma debería considerarse como tal".

Las conclusiones que deja la pandemia es que "nos ha puesto en una situación límite a la que no estábamos acostumbrados". Entre ellas se encuentra el desmentir todo lo que significa la "promoción del individualismos o de la autonomía radical individual", porque dice, somos seres interdependientes. En segundo lugar, el confinamiento nos ha hecho ver que somos seres "dependientes de Dios".

Monsñor concluye destacando la importancia de la libertad, porque es "un bien inidivisible".