En 'El Espejo'

Mons. Rodríguez Plaza recuerda que el Jueves Santo se prolonga en la celebración del Corpus Christi

El arzobispo de Toledo explica que celebrar el Corpus Christi en la Ciudad Imperial permite vivirlo con intensidad desde sus raíces

Natxo de Gamón

Publicado el - Actualizado

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El próximo domingo celebramos en toda España el Corpus Christi, la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Pero en algunas ciudades, como SevillaGranada o Toledo, esta celebración -una de las más bonitas del año litúrgico- se mantiene el jueves posterior al Domingo de la Santísima Trinidad.

Y precisamente, en 'El Espejo' hemos hablado con monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo. Una archidiócesis que celebra esta fiesta el jueves, como manda el Rito Hispano-Mozárabe. Y es que Toledo es cuna de la celebración de la misa siguiendo este formato litúrgico.

“La preciosa procesión litúrgica que acompaña a esta celebración y la manera como la vive la ciudad es un fenómeno muy grande que hay que vivir con intensidad desde sus raíces”, explica el arzobispo primado de España.

Mons. Rodríguez Plaza recuerda que la procesión del Corpus Christi es “una conmemoración; aquí está Cristo, aquí podemos hablar y encontrarnos con Él”. Por eso, explica que es un acto “bueno para niños, para jóvenes, para matrimonios, para ancianos, para curas, frailes... ¡y para el obispo!”.

El arzobispo primado considera que la procesión litúrgica con el Cuerpo de Cristo por las calles "es prolongar la misa y es también adorar. Lo que me parece fundamental es que la Eucaristía y su institución, lo que significa el Jueves Santo se prolonga en esta fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo”.

“En una sociedad tan líquida como la nuestra, es importante que los católicos sepamos que ahí podemos ver con otro rostro, con otros ojos, a nuestro mundo, a nuestros hermanos, a la gente, al barrio... Contemplar en silencio, aunque a veces parezca que no entiendas, esa presencia de Jesucristo es genial”, señala Mons. Rodríguez Plaza.

El arzobispo de Toledo cree que la gente alejada de la fe puede sentirse interpelada por una celebración como la del Corpus Christi. “No es simplemente una ceremonia. Nosotros tenemos que hacer las cosas casi sin decirlas, pero que se vean y entren por los ojos. En Toledo, cuando la custodia pasa por los sitios, lo que la gente hace es estar en silencio y aplaudir... ¡pues es una forma de oración!”, concluye.