EN 'ESPEJO'

Nos acercamos hasta Kanzenze en el Congo para hablar con la cooperante Mª del Mar Rodríguez

Allí tienen su misión las Religiosas de la Pureza de María, y en el hospital de la misión trabaja como voluntaria esta joven médico de familia española

Amparo Latre

Publicado el - Actualizado

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El Lunes de Pascua El Espejo viaja hasta Kanzenze, en la República Democrática del Congo. En concreto a la misión de las Religiosas de la Pureza de María.

En el hospital de esta misión trabaja como voluntaria María del Mar Rodríguez, una joven española, médico de familia, que ha explicado que la Semana Santa tiene matices muy distintos en África y en España, aunque se celebre lo mismo: "La música y la danza tienen un protagonismo especial y llama la atención la cantidad de niños y jóvenes que hay en todas las celebraciones".

Incluso antes de iniciar la etapa universitaria Mª del Mar ya tenía inquietud por las misiones y "sentía un deseo muy fuerte por compartir lo que tiene con quien más lo necesita". Esta sensibilidad le ha llevado a Camerún, Etiopía, Perú, nicaragua y Kenia, antes de este último destino.

Mª del Mar explica que los problemas pediátricos que atiende en el hospital están todos relacionados con la malaria y que la atención sanitaria está íntimamente relacionada con la educación. La importancia cultural de curanderos y brujos hace que muchas personas acudan a ellos antes que a un médico y que cuando lleguen al hospital, "sea demasiado tarde": "Ahora mismo pienso en un niño al que tuvimos que amputarle una pierna.Solo se había roto un hueso pero después de meses intentanto curarse con ungüentos, cuando llegó al hospital, la zona estaba necrosada y tuvimos que amputarle".

Desde el hospital trabajan mucho este tema, que tiene consecuencias terribles en la población local. Así como la igualdad de la mujer. La dependencia del marido en la República Democrática del Congo llega a extremos como que la mujer no puede ser intervenida sin permiso del marido. Mª del Mar ha contado que esto se traduce en casos que ella ha vivido recientemente como "no poder practicar una cesárea y que el bebé muera por no poder localizar a tiempo al marido".

A esta joven madrileña de la Parroquia de San Francisco de Borja le quedan todavía muchas experiencias por vivir en la misión de las Religiosas de la Pureza de María, hasta que el próximo 18 de mayo regrese a España. Después, Dios dirá, aunque su entusiasmo nos hace pensar que no tardará mucho en volver a hacer las maletas.