El parróco de Caspe ante el regreso a la fase 2: "vamos con mucha tranquilidad, con pies firmes"

Samuel San Miguel es párroco del municipio y ve con preocupación la situación de soledad de los ancianos en la España vacía

Redacción Religión

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En la provincia de Zaragoza, en un pueblo de más de 9.000 habitantes han tenido que regresar a la fase 2 debido a los nuevos casos de contagio. Esa localidad se llama Caspe y es la capital de la comarca del Bajo Aragón-Caspe.

"Armados de paciencia", es como el párroco del pueblo, Samuel San Miguel describe que se encuentran ahora mismo los vecinos.

Los caspolinos han tenido que volver a recordar lo que hemos pasado con las temibles fases, eso si, esta vez una fase 2 mucho más flexible. Tienen permiso para poder desplazarse y pueden celebrar misa con muy poca gente, pero por supuesto con todas las medidas. Aunque Samuel incita a seguir la Santa Misa a través de la televisión.

Justo hoy sería un día muy especial para los habitantes de este municipio porque en cirscunstancias normales sería el inicio de las fiestas patronales en honor a San Roque. Dice Samuel que los jovenes le preguntaban "qué vamos a hacer estos días", pero no podemos hacer nada.

La situación actual se vive "sin salir mucho, con resignación", dice el párroco.Intentan que haya ambiente "de tranquilidad", pero la gente está cansada.

Desde la parroquia tratan de aliviar el momento que están viviendo. Tratando de llegar sobre todo a los más mayores que son los que con más dificultad lo están llevando. A través de llamadas telefónicas Samuel trata de estar pendiente de los fieles, para que no se sientan solos. Cuenta que visitar a los enfermos se hace difícil y que esto "es lo único que podemos hacer".

A ello se le suma la situación económica que afirma, "está muy afectada". Los bares sufren, las peluquerías, las tiendas pequeñas, etc., pero a través de Cáritas están atiendiendo a muchas familias que lo están pasando bastante mal.

Su paroquia y el pueblo de Caspe se ayudan de la fe para poder superar de nuevo esta situación. Dice "si no tuvieramos la fe todo sería bastante difícil", es la fuerza que tenemos para comprender que estas dificultades vienen pero también van".