EN 'EL ESPEJO'

La misionera Victoria Braquehais cuenta cómo se vive la Navidad en la misión de Ngovayang, en Camerún.

Lleva desde el año 2009 en África trabajando en la misión que las religiosas de la Pureza de María tienen en el Congo y Camerún.

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La misionera Victoria Braquehais cuenta cómo ha vivido la Navidad en la misión de Ngovayang, en Camerún

Amparo Latre

Publicado el - Actualizado

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Victoria Braquehais es una misionera todoterreno. Desde hace diez años trabaja en las misiones que las religiosas de la Pureza de María tienen en el Congo y Camerún. Hoy ha atendido la llamada de El Espejo desde Camerún, donde pasa unas semanas haciendo un seguimiento de un proyecto de ampliación de una escuela que apoya Manos Unidas: "Aquí tenemos una Escuela Primaria para niños pigmeos y bantúes, en total de 183 niños. Y un hogar para 45 niñas pigmeas, de entre 4 y 15 años. Hasta el jueves pasado estuvieron todos aquí; el día 20 fue la fiesta de Navidad y después de acompañar a las niñas pigmeas a los campamentos, ahora la misión está muy silenciosa".

Victoria ha explicado que aunque Camerún es un país más pequeño que el Congo, tiene mucha variedad de clima, cultural... "La principal problemática que vivimos en la misión es el de la situación de los pigmeos. Son asesinados impunemente, no se les ha dejado votar, violan a las niñas... Para denunciar estas situaciones estamos elaborando un informe", ha dicho.

Esta misionera tiene previsto regresar al Congo el próximo día 3 de enero, después de las elecciones del próximo día 30. "En el Congo la situación es delicada -ha dicho-. La Iglesia se ha conertido en una voz autorizada en medio una situación complicada. Hace poco el Arzobispo de Kinsasa pidió que no se vuelvan a postponer las elecciones.También hemos tenido algún contratiempo por la retirada del cardenal Monsengwo del grupo del G-9.

Victoria Braquehaís ha destacado el protagonismo de la Iglesia, en medio de esta cirscunstancia difícil, que se convierte a veces en la única defensora de los derechos del pueblo congoleño y en la única voz de confronta las arbitriariedades del poder.

Y se ha referido a las palabras del Papa durante la misa del día de Navidad: "Decía que hay que saber agacharse porque cuando nos agachamos y nos ponemos a la altura del Niño Jesús, Él nos enseña la perspectiva justa de la realidad. El misterio de la Navidad para todos nos indica un camino, que la bondad restaura a los seres humanos".