¿Qué tienen en común santos como Ignacio de Loyola o Clara de Asís?

En Los santos y la enfermedad (PPC) se aborda la relación con el dolor de una buena parte de los santos más conocidos de la historia de la Iglesia. Una obra coordinada por Javier de la Torre, director de la Cátedra de Bioética y del Máster de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas y presidente del Comité de Ética de esta universidad.

De la Torre ha contado en 'El Espejo' de la Cadena COPE cómo el dolor tiene una profunda repercusión en la vivencia religiosa. “El sufrimiento siempre nos plantea una pregunta: dime cómo te relacionas con el dolor y sabrás quién eres. Nuestra relación con el dolor dice mucho de cómo somos profundamente las personas”, explica.

“Cuando el cuerpo falla, cuando las fuerzas fallan, cuando el futuro es incierto, uno está preparado para poner sus esperanzas, su vida, sus energías en otros fundamentos. La vivencia religiosa ayuda a situar el dolor en otro plano, a trascenderlo”, prosigue Javier de la Torre.

El coordinador de la obra recuerda una anécdota que santa Teresa de Jesús le decía a sus monjas: “'Si no os determináis a tragar de una vez la muerte y la falta de salud, nunca haréis nada'. Creo que el mirar de frente a la muerte y también a la enfermedad dice mucho de la vida”.

Uno de los objetivos de este libro es poner a los santos al lado. “Frente a esta idea de la perfección lejana, poner a los santos cercanos, sentirlos hermanos”, comenta Javier de la Torre. “La enfermedad es una experiencia universal, y la mayoría de los grandes santos han pasado muchos años enfermos”, concluye el coordinador del libro.

Por las páginas de Los santos y la enfermedad, editado por PPC, recorremos la vida de personas como san Basilio, de quien se dice que “vivía enfermedad tras enfermedad”, santa Clara de Asís, “que estuvo más de 20 años enferma”... San Francisco de Asís y san Ignacio de Loyola comienzan su proceso de conversión a raíz de “un largo período de enfermedad”.

En definitiva, un libro que puede hacer mucho bien a las personas a través del ejemplo luminoso de los santos.