EL PARTIDAZO DE COPE
La historia de supervivencia durante varias horas de un panadero en Paiporta: "Con barro helado y más de dos metros de agua"
Una de las historias que nos sobrecogieron en El Partidazo de COPE sobre la DANA tiene como protagonista a José Garrido: "Lo hemos perdido todo"
Publicado el
3 min lectura
En la madrugada del pasado martes, uno de los testimonios con el que nos encogimos en El Partidazo de COPE venía de un antiguo compañero de la Cadena COPE: el periodista Luis Basteiro, con un nudo en la garganta, pedía ayuda porque no encontraban a su suegro. Sabían que estaba trabajando en Paiporta, una de las localidades más afectadas por la DANA, donde, en el momento de la entrevista, se registraban 70 fallecidos.
No sería hasta la mañana siguiente cuando Basteiro comunicó que su suegro, José Garrido, estaba a salvo.
Seis días después, Juanma Castaño invitó a José Garrido a compartir su historia. El local de Paiporta en el que trabajaba estaba muy cerca del barranco que cedió y que inundó la localidad en cuestión de pocos minutos.
José quiso apurar su trabajo, algo de lo que se arrepintió: "Hubo momentos en que pensé que me había equivocado . Yo me quedé terminando mi trabajo y ya no me dio tiempo a subir", como habían pedido a los vecinos ante el alud de agua y lodo que se cernía sobre la localidad.
"Cuando quise salir ya tenía todo el agua delante de mí", contó. El único refugio que tenía era el local de la tienda, contiguo al del horno, donde se encontró con una verdadera ratonera. Ante sus ojos, tenía "lo que parecía una película de terror: una maraña de coches a cada segundo, con un ruido atroz, que se lo llevaba todo".
Enseguida vio cómo las neveras y otros electrodomésticos de su local se convertían en objetos flotantes que tampoco le servían de gran ayuda: "Lo único que hay de obra es una peana de mármol, y es lo que aguantó". Sobre ella, había un soporte donde consiguió agarrarse gracias a "dos cables que anudé" y donde se agarró, tratando de no perder el equilibrio desde esa peana, "durante siete horas con mi mano derecha".
José no dejaba de pedir socorro: "Aguanté mientras pedía ayuda". En el local, tenía "más de dos metros de agua" y un lodo "muy frío". Mientras las vecinas del piso superior no dejaban de animarle, apareció su 'ángel de la guarda'.
"Vino un chico que dijo que vendría por mí. Y pasadas unas horas, regresó. Apartó un coche que había en la puerta, que fue un poco lo que frenó que entrara más agua, y vino por mí".
EL NUEVO GRAN RETO DE JOSÉ GARRIDO
Días después, José es uno de los muchos profesionales que tiene que rendir cuentas, días después, ante los seguros mientras le da vueltas a la cabeza para saber cómo volver a poner su vida lo más parecido a como estaba antes de la tragedia, si es que es posible.
"Lo hemos perdido todo. Llevo tres días sacando barro y enseres. Los tres centros de producción están destruidos. Gracias a Dios, los empleados están todos bien". Su empresa cuenta con 50 empleados: "Con la póliza de Paiporta me dan 130.000 euros", una cantidad que le dará para comprar otro horno "y alguna máquina más, pero hay que pagar nóminas... Hay que tirar como sea".
A sus 63 años, cree que "tenga que reinventarme". Celebró la suerte de poder contarlo.