Un vecino de Barcelona se va al hotel de concentración del Bayern y Juanma Castaño alucina: "Para molestar"

Carlos Segarra explicó en El Partidazo de COPE cómo con un megáfono intenta que los jugadores del equipo alemán no descansen en la noche previa del partido contra el Barça

Carlos Segarra y Juanma Castaño
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El Partidazo de COPE

Un vecino de Barcelona se va al hotel de concentración del Bayern y Juanma Castaño alucina

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

La noche previa a un partido de Champions League siempre trae consigo un aire de expectativa y emoción, pero para un vecino de Barcelona, la ocasión se tornó en algo más singular. En El Partidazo de COPE, Juanma Castaño y sus colaboradores se sorprendieron con la historia de Carlos Segarra, un aficionado del FC Barcelona que decidió llevar su pasión al extremo, utilizando un megáfono para intentar perturbar el descanso de los jugadores del Bayern Múnich en su hotel de concentración.

La anécdota comenzó desde la Avenida Litoral de Barcelona, donde el Bayern se hospedaba en el Sofitel. Víctor Navarro, quien estaba en el lugar, compartió que el hotel era el punto de encuentro de varios aficionados alemanes, aunque su presencia era menor de lo esperado.

Fue en este contexto que se cruzó con Carlos Segarra, un ferviente seguidor del Barcelona, que decidió que una buena manera de contribuir a la causa era no dejar dormir a los jugadores del equipo rival. La descripción de Carlos y su megáfono rápidamente se convirtió en un tema de conversación animada entre Castaño y sus compañeros.

Carlos Segarra con la máscara

Instagram: sxgarra10

Carlos Segarra con la máscara

"¿Pero en serio se lo permite la policía?", preguntó sorprendido Castaño, mientras escuchaba cómo Carlos había hecho de esto una tradición en noches de partido. Segarra, vestido con una camiseta del Barcelona y una máscara que lo hacía parecerse a una calabaza de Halloween, estaba decidido a hacer ruido.

Un vecino de Barcelona

"Ha empezado a gritar y pegar berridos desde que llegó", comentó Navarro, capturando la esencia de la escena. La diversión se intensificó cuando comenzaron a imaginar cómo sería el despertar de Manuel Neuer, el portero y capitán del Bayern. "¿Cómo despertarías a Neuer con eso?", le cuestionaron.

Segarra, con su megáfono en mano, no escatimó en imaginación. Su objetivo era claro: "Yo creo que Müller es la víctima ideal". Juanma Castaño lo entiende "porque los mayores duermen peor", bromeó mientras el aficionado del FC Barcelona continuaba explicando su estrategia para perturbar a los jugadores.

El tono de la conversación se tornó ligero y lleno de risas. Castaño, incrédulo, preguntó si realmente Carlos tenía el valor de hacer aquello, considerando que había mucha seguridad en el hotel. "¡Si no, esta noche va a pasar en el cuartelillo!", respondió entre risas, destacando lo cómico de la situación.

Carlos Segarra tras la final de la Eurocopa

Instagram: sxgarra10

Carlos Segarra tras la final de la Eurocopa

Además de las risas, la anécdota planteó un interesante debate sobre la rivalidad en el fútbol. A pesar de la locura que puede implicar tratar de alterar el descanso de un equipo rival, en el fondo era una muestra del fervor que despiertan estas competiciones. Los oyentes pudieron experimentar cómo la rivalidad no solo se vive en el campo, sino también en la vida diaria de los aficionados.

Juanma Castaño alucina

La historia de Carlos Segarra es un recordatorio de que el fútbol va más allá de los 90 minutos de juego. Las pasiones, las rivalidades y las tradiciones de los aficionados forman parte del espectáculo. Aunque su intento de molestar al Bayern podría ser visto como un acto extremo, también es una manifestación de la cultura futbolística que une a los aficionados de maneras inesperadas.

La anécdota del vecino barcelonés que se arma con un megáfono para intentar desvelar a los jugadores del Bayern Múnich se convirtió en uno de esos momentos memorables de El Partidazo de COPE. A través de la risa y la camaradería, se reafirmó una vez más que el fútbol es mucho más que un juego.