La charla de Carlos Moyá que motivó a Rafa Nadal para seguir siendo el mejor del mundo: "En el sofá de mi casa"

El año 2016 fue clave en la carrera de Rafa Nadal. El tenista mallorquín se encontraba en un momento difícil de su carrera deportiva, porque sumaba dos años sin conquistar un Grand Slam. Fue cuando se produjo el cambio de entrenador: su tío, y el que fuera su mano derecha durante tantísimos años, Toni Nadal, le cede el testigo a Charly Moyá, con el que Nadal ganaría después ocho Grand Slam hasta nuestros días.

Rafa Nadal ya no era el número 1 del mundo, ya venía peleándose con algunas lesiones, y buscaba un punto de inflexión para resucitar y volver a lo más alto.

Fue en diciembre de 2016 cuando Nadal incorpora al entrenador mallorquín a su cuerpo técnico: "Es una gran alegría anunciaros que Carlos Moyà se incorpora a mi equipo técnico uniéndose a Toni Nadal y Francis Roig. Para mi es una ilusión grande tener a alguien como Carlos que es, además de un gran amigo, una persona muy importante en mi carrera. Carlos estará a partir de ahora conmigo en los entrenamientos y en la competición. Por otra parte también se va a involucrar en el proyecto de la Rafa Nadal Academy by Movistar, trabajando junto con Toni y el resto de cuerpo técnico", escribió por entonces.

el cara a cara entre moyá y nadal

A pesar de que en aquel momento es cuando hacen oficial su alianza para trabajar juntos, ambos mantenían desde mucho antes una relación de amistad, y se conocían a la perfección.

'Charly' Moyá quiso recordar este lunes, en la entrevista que concedió a El Partidazo de COPE, la primera conversación que mantienen ambos en 2016, en la Moyá tiene la difícil premisa de convencer a un desanimado Nadal de que sigue siendo un número uno a pesar de que el ranking de la ATP por aquellas fechas no decía lo mismo.

Moyá recuerda que ambos charlaron "en el sofá de mi casa", y que Nadal "llevaba dos años malos, sin ganar un Grand Slam, que para él era una eternidad. Quería hablar con él porque quería saber cuál era su predisposición. Y yo le escuché hablar y le dije que estaba seguro que le quedaban Grand Slams, que podía ser número uno, que si él tenía esta motivación y estas ganas de seguir adelante, que no tenía ninguna duda de que iba a ganar gran slams de nuevo y que iba a ser número uno", trató de recordar de la forma más fiel posible.

Así de simple fue el mensaje, en un momento en que Roger Federer estaba en su mejor momento y  por entonces, Novak Djokovic hacía acto de presencia con actuaciones muy destacadas. Moyá tienía claro que "Rafa, al cien por cien motivado es un número uno del mundo. Y me daba igual que en ese momento tuviera treinta años. Estaba seguro que lo iba a conseguir".

En ese salón, Charly también tuvo que indicarle a Nadal que tenía que ser mucho más agresivo, y que había que acabar con lo de jugar a la defensiva: "Eran también temas tácticos, técnicos, el saque sobre todo, acortar los puntos, correr menos, posición en la pista... Hablas de cosas porque él también te pregunta qué idea tienes y porque al final hay que estar de acuerdo".

Tras aquella charla entre amigos, Nadal resucitó. Lo que siguió después también es historia del tenis.

Y el mérito de su resurreción es siempre "del deportista. Cualquiera puede hablar pero hay que hacerlo", indicó Moyá. 

"El tenis es súper sacrificado y sé lo difícil que era hacer lo que yo le dije, pero le vi una predisposición total. Además, hay un equipo detrás que hace que todo funcione", concretó.