"Cuando yo era espía era habitual envenenar a los agentes del Este"

Jaime Rocha, exespía y capitán de Navío del Cuerpo General de la Armada Española, pasa por Fin de Semana con Cristina para presentar su nueva novela 'El Muro'

Cristina L. Schlichting Miguel Soria

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¿Qué tendrán esas novelas de espías que, por mucho que nos lleguen, nos siguen atrapando? Tal vez sea por esa doble vida que llevan que nos parece tan apasionante. Tal vez porque se atreven a llegar donde otros no podríamos. Sea por la razón que sea nos atrapan, y alguien maestro en ello se llama Jaime Rocha, que ya tiene currículo en su haber en este terreno: el superventas ‘Operación El Dorado Canyon’, novela además bendecida por el CNI.

Ahora nos trae la esperada continuación de ese libro, ‘El Muro’ (Ed. Grupo Lantia Publishing), basada por supuesto en las vivencias reales del autor como ocurría con el anterior. Su autor es Jaime Rocha, capitán de Navío del Cuerpo General de la Armada Española y exespía del CNI. Jaime Rocha, que ha pasado por Fin de Semana con Cristina para presentarlo y asegurar que "los hechos son incluso más reales que los del libro anterior, eso sí, convenientemente modificados para que nadie sepa la verdad de todo. No puedo contarlo todo por motivos evidentes".

Por supuesto no ha dejado de hablar del escándalo del CNI a cuenta del entreguismo de Pedro Sánchez a sus socios independentistas: "Las escuchas estuvieron autorizadas, es imposible achacar nada al servicio de espionaje”.

Además Rocha asegura que lo que se narra en el libro "es un mundo muy difícil explicar a las nuevas generaciones, es imposibe que lo entiendan del todo sin haberlo vivido. El autor relata también lo que le ocurrió con un matrimonio alemán por parte de la Stasi: "Era un matrimonio que se estableció al lado de la Base de Rota para espiar la base en cuanto a movimiento de buques. Cuando me informan este hombre había fallecido ya, en la autopsia se descubre que le han envenenado, me encargan a mí averiguar qué pasa. Yo no sabía si la mujer estaba implicada, investigo, ella me niega todo y un día se derrumba y me confiesa lo que pasa, me da el nombre de un yugoslavo, al que también encuentro muerto en una pensión en Cádiz, también envenenado. La Stasi son peligrosos y hacían esas cosas".