Los padres del joven apuñalado en Cobeña, en exclusiva en COPE: “Las madres de los asesinos están orgullosas”

Nuria y Felipe narran en una entrevista exclusiva a Nacho Abad los duros momentos tras enterarse de la muerte de su hijo y el juicio a los asesinos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Nuria y Felipe son los padres de Alejandro, el joven asesinado en Cobeña hace tres años tras ser apuñalado durante las fiestas. El 1 de mayo de 2019, Adel acudió con otra joven a las fiestas con una navaja de 15 centímetros, de la que la alardeó antes de, según los testigos, haber apuñalado en el abdomen a Alejandro Barotolomé, deportista y buen estudiante. Este enero arrancó el juicio contra los dos sospechosos y, ahora, los padres de la víctima han roto su silencio.

“Nos enteramos porque llama el padre de un amigo a las 4:30 diciendo que han herido a Álex, que vayamos al hospital. Luego cuando entramos en el ascensor vuelve a llamar y escucho decir 'ha fallecido'. Yo no me lo podía creer”, explica Nuria al criminólogo y periodista Nacho Abad en una entrevista exclusiva, emitida por primera vez este sábado en Fin de Semana de COPE. “Cuando llegamos allí nos encontramos un revuelo impresionante y el cuerpo de nuestro hijo”, recordaba con tristeza la madre del joven apuñalado.

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Felipe, padre de Alejandro: “Es odio, rabia y tristeza”

Tras enterarse del fallecimiento, Nuria y Felipe viajan desde Cobeña hasta Madrid, sabiendo que su hijo estaba muerto. “Estaba tirado en el suelo, tapado, y sólo le vi las zapatillas. Tengo esa imagen grabada. Yo me quedé en shock, me quedé sentada en un banco, no podía creerme lo que estaba sucediendo. Un amigo de mi hijo no paraba de llorar, se abrazó a mi, pero yo no podía moverme”, recordaba de memoria la madre del joven.

Felipe, su padre, quiso verle la cara: “Un guarda civil nos dijo que no podíamos levantar la manta que le habían puesto encima. Nos dijo que había un hombre suyo que había estado atendiendo a Alejandro en los últimos momentos, que intentó taponar la herida con la chaqueta reglamentaria. Nos dijeron que confiáramos en la Guardia Civil, y efectivamente se cumplió porque dieron con los culpables”, comentaba a Nacho Abad el padre del chico asesinado.

“Es odio, es rabia, es más bien tristeza. Les ves y dices: pero qué necesidad teníais, para qué habéis hecho esto, qué habéis ganado, nos habéis destrozado la vida. Será el placer de matar me imagino, los que no somos asesinos no lo sentimos. Yo si hubiera estado allí le habría defendido pero la venganza no está dentro de todos los seres humanos”, concluye Felipe en una entrevista que ha podido escucharse en Fin de Semana.

La madre de Álex, Nuria, descarta cualquier sentimiento de venganza sobre los asesinos de su hijo: “La venganza no te lleva a nada, no nos va a devolver a nuestro hijo, y no somos como ellos. Nosotros llegamos cuando el crimen está cometido y tú, que eres profesora, sólo puedes seguir educando a los chicos para que este tipo de cosas no pasen”.

Nuria y Felipe, padres de Alejandro, el joven asesinado en Cobeña, durante el minuto de silencio por su hijo

Nuria y Felipe, padres de Alejandro, el joven asesinado en Cobeña, durante el minuto de silencio por su hijo

"Yo lo que veían es que sus madres se sentían orgullosas de sus hijos"

“Si tú no has demostrado mostrar arrepentimiento ninguno y encima dices que has cometido un asesinato, que le has clavado una navaja a alguien y que quieres repetirlo porque te gusta... ¿Es posible que una persona así tenga rehabilitación?”, se pregunta Nuria

Por su parte, el psiquiatra forense, José Miguel Gaona, explica que hay que entender primero que “hay gente mala”: “A veces pensamos que el resto del mundo es como nosotros, y que estas cosas son fruto de un momento de locura, y tenemos que entender que hay gente mala”.

Por su parte, Nuria no daba crédito a los testimonios de los sospechosos en el juicio y la reacción de sus padres: “Los testigos dicen que ella, al clavar el cuchillo, sentía placer, como si fuera mantequilla y que le gustaría volver a repetirlo, lo dicen todos los testigos. En el juicio no se les notaba ni un arrepentimiento, y a sus madres menos, que estaban sentadas a nuestro lado. Yo lo que veían es que sus madres se sentían orgullosas de sus hijos. Cuando eres víctima de algo así también necesita que se haga justicia, para que otra familia no vuelva a pasar por esto”.

Felipe se muestra afectado por lo gratuito de la agresión que acabó con la vida de su hijo: A Alejandro le quitaron la vida por placer y el subidón de adrenalina en ese momento, y nos han condenado a todos en vida. A él le han quitado la vida, y sus hermanos están condenados a vivir toda la vida sin él. Estamos asistiendo a una nueva violencia que es gratuita.