"Martius panis, es el nombre original del mazapán, que es romano"

Paco Álvarez, divulgador y escritor de 'Mitomorfosis', cuenta en Fin de Semana con Cristina cómo pasaban en la época clásica estos días tan señalados

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

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Viene mucho por Fin de Semana con Cristina un romano de Madrid que siempre nos cuenta curiosidades sobre lo poco que hemos cambiado desde los tiempos de la Roma antigua. Y esta semana nos quiere hablar, cómo no, de la Navidad, que por lo visto se celebraba también de alguna manera en Roma. Él es Paco Álvarez, divulgador y autor de ‘Mitomorfosis’: “Los romanos eran paganos, sí, pero celebraban algo que se parece un poco a la Navidad. Por un lado las Saturnales, que eran una mezcla entre nuestras celebraciones navideñas y el carnaval, todo mezclado y luego a fin de año, las Strenae, palabra de la que viene ‘estreno’ que se parecen bastante a nuestras celebraciones de nochevieja y año nuevo”.

Esto hay que explicarlo muy bien. Para empezar, ¿cuándo y cómo se celebraba el año nuevo? Álvarez explica que “Ya comenzaba el 1 de enero, igual que ahora, desde unas revueltas que hubo en Hispania en el 153 a.C., como hemos comentado otras veces. El caso es que en año nuevo en Roma se celebraba un banquete con los amigos, se estrenaba alguna cosa como signo de buena suerte para el año nuevo y se intercambiaban regalos, que simbolizaban que deseamos para la persona a quien le agasajamos, que el año fuera fructífero. La única diferencia es que nosotros lo celebramos de noche, porque nuestro día empieza a media noche y ellos lo celebraban al amanecer. Como curiosidad, en Valencia siguen llamando ‘estrenas’ a los regalos o aguinaldos de Navidad, dos mil años después. Qué poco hemos cambiado”.

¿Y tomaban las uvas? “Doce uvas no”, concreta Paco, “pero resulta que sí tomaban lo que se llamaba ‘martius panis’, o pan de marzo, que era un dulce de almendras y miel, es decir mazapán, y otro dulce, con miel huevo y almendra tostada que llamaban ‘torrere’, que podría ser el abuelo de nuestro turrón incluso una rosca dulce, decorada con frutas escarchadas, en las que escondían una sorpresa y quien la encontraba en su trozo, era nombrado rey del día. Ese pastel era redondo para simbolizar el ciclo anual, igual que los mazapanes solían tener figura de serpiente por aquello de la renovación, el cambio de piel, los propósitos de año nuevo”.

Entonces admitimos ‘Strenae’ como fiestas de año nuevo. ¿Y qué nos cuenta de las saturnales? ¿Se parecían tanto a nuestra navidad como dicen? “No tanto. Se parecían en que también se celebraban banquetes, en que eran a finales de diciembre y también se intercambiaban regalos, pero eran más similares a nuestro carnaval que a la navidad, al menos hasta el siglo IV cuando Constantino decretó que el 25 de diciembre era el día de nacimiento del Sol. Pasarían todavía algunos años para que empezáramos a celebrar en todo el imperio, el nacimiento de Jesucristo. La escritora hispana Egeria, la primera escritora hispana que conocemos, dice que estuvo en la celebración de navidad en Antioquía, en el otro lado del Mediterráneo, alrededor del 380 más o menos”.

Pasamos entonces a saber cómo eran los ‘saturnales’, que el escritor comenta que “algunos romanos preferían huir de la ciudad como Cicerón o encerrarse en lo más profundo de la casa, como Plinio el joven, para evitar los escándalos continuos y el ruido de los juerguistas, mientras que otros, incluyendo nuestro luego tan serio Séneca, el cordobés que es el filósofo más importante de Roma, se preguntaba en una carta a un amigo: ‘Vamos a comportarnos como si nada o si, para evitar habladurías, nos libraremos de la toga y tomaremos una cena más especial’”, termina.