La Mari de Chambao: “La mejor terapia para mi cáncer fue cantar y seguir con mis giras”

La cantante y compositora pasa por Fin de Semana con Cristina para hacer memoria de sus 20 años en la música y anunciar las fechas de sus próximas actuaciones

Cristina L. Schlichting Miguel Soria

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María del Mar Rodríguez Carnero, conocida como La Mari de Chambao, ha pasado por Fin de Semana con Cristina para una distendida charla con ella: “Somos seres que hemos venido a aportar. La vida tiene todos los colores, eso de que la vida es rosa es una metáfora, yo soy de todos los colores”.

Ella es la gacela de bailó con leones: “Eso lo decía mi padre cuando yo era pequeña. Lo de los leones me lleva a un videoclip, el de ‘Camino libre’, que habla del paso del tiempo y la importancia de que uno se alimente de las caídas. Mi padre me llamaba gacela porque estaba en atletismo pero en velocidad”, explica, “estaba en otras más pero sobre todo en velocidad, mi reprís para salir era tremendo. Era la polvorilla, la rápida”.

‘La Mari’ quiso mostrar los pechos en su disco, “pero no pude por temas de censura, así que no mostré pezones para evitar problemas, pero sí muestro tatuajes y me tatuaré gacelas, tienen que llegar”.

Y en 2022 llega su gran aventura, su celebración de los 20 años en la música: “Lo quiero celebrar con todos los que quieran venir a los conciertos. Más que chambaleros son personas con las que me ido encontrando en estos años. Realmente chambaos somos pocos”.

En todo caso ella asegura que “en 2022 y 2023 tengo muchas ideas que se van a convertir en canciones profundizando en el folklore malagueño. Quiero hacer un repertorio extenso y bonito para que la gente reconozca canciones de todas las épocas. Meteré canciones también en homenaje a las grandes fuentes que nos han dejado como Pau Donés o Manuel Molina, hay sorpresas muy bonitas y una gran mezcla de estilos, además de amor por la música y la vida”.

Y entonces llega el momento de recordar algo muy doloroso: llega el cáncer y elige seguir. “Lo primero que le pregunté a mi oncólogo, Emilio Alba, ‘el tío Emilio’, es si iba a morir, y me dijo ‘de esto no, tiene terapia concreta, te morirás de otra cosa’, hice muchas preguntas porque quería saberlo todo y fue ponerle ganas y hacerme acompañar bien. Tener un cáncer es muy personal, saber transitarlo, no hay dos personas que lo pasen igual. Uno necesita masticar saber qué le pasa porque es a todos los niveles de tu vida”, asegura.

Débil estuve antes de diagnosticarme, fue operarme y adiós a toda la debilidad”, relata ‘La Mari’, “fue como si empiezas a arrancar el día y tienes toda la ilusión de la vida. La música y cantar fue la terapia más preciosa y más me quitó de la enfermedad. A Emilio le pregunté si me podía seguir yendo de gira y me dijo que sí mientras no me bajaran las defensas, me ayudó muchísimo”.