Paloma Santa María, exujier del Congreso: “Los presidentes son como los hijos, se les quiere como son"

Se jubila la exujier más veterana del Hemiciclo tras 36 años en el cargo y Cristina la ha entrevistado en Fin de Semana

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

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Se llama Paloma Santa María. Su nombre puede no sonar, pero ha sido una de las personas fundamentales en el buen funcionamiento del Congreso de los Diputados: ujier durante 36 años y una veteranía insuperable.

Cristina ha hablado con ella, quien ha asegurado que “me hubiera quedado, por lo menos hasta la siguiente legislatura, pero así está el estatuto marcado, no me queda más remedio”. ¿Cuál es su trabajo? "Nos encargamos del orden del Congreso. Estamos pendientes del bienestar de los diputados y los funcionarios".

Vemos todos los días a los políticos echarse los trastos a la cabeza y ser muy serios, una imagen que Paloma se ha encargado de desmentir: "Los diputados son muy cercanos, se les coge mucho cariño porque hablas con ellos de todo, no solo del trabajo. El trato es con ellos es muy cercano. Son personas absolutamente normales, cercanas, educadas, pero es verdad que hay gente que luego te sorprende. Dan una imagen política pero luego personalmente en el trato diario no tienen nada que ver”.

A nivel presidentes, Paloma asegura lo mismo: "Con todos los presidentes tuve un trato cordial, pero sobre todo con Zapatero, era muy simpático y divertido en el trato corto. Cada uno es como es y se les quiere como son, como los hijos”, aunque reconoce que “Aznar sí era más callado, pero también muy simpático" .

¿Qué ocurre con las conversaciones que escucha? “En realidad nada”, explica ella”, “yo oigo pero no escucho, lo que ocurre dentro se queda dentro y así debe ser. Eso sí, guardo con cariño las conversaciones que he tenido”.

El Congreso de los Diputados es un lugar de normas muy estrictas, algo que no siempre gusta, sobre todo a los políticos de nuevos partidos: "Los nuevos han venido con ideas distintas a las normas establecidas, que son muy estrictas. Pero aseguro que explicándoles con cariño todo, lo aceptan y lo asumen. Por ejemplo los de Podemos, que se traían todo al Hemiciclo y les expliqué que tenían un despacho para ello porque siempre se ha hecho así. Y era jóvenes pero lo entendían perfectamente y se amoldaban”