Toni Cantó: “La izquierda te critica y censura por hacer lo que haces y luego te copia, eso es por algo”

El actor y político pasa por Fin de Semana con Cristina para presentar su nuevo libro 'De joven fui de izquierdas pero luego maduré' y hacer crónica de una vida muy intensa

Cristina L. Schlichting Miguel Soria

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Era de izquierdas, muy de izquierdas, porque era “lo que se llevaba”, pero luego se replanteó todo y se dio cuenta de que no tenía sentido apostar por valores que, al fina, solo llevaban a la ruina. Que el comunismo empobrece y el socialismo, cuando ha gobernado, ha traído crisis. Son cosas que cuenta en su libro 'De joven fui de izquierdas pero luego maduré' el famoso actor y político Toni Cantó, quien ha pasado por Fin de Semana con Cristina para presentar su obra.

Cantó explica que “Iglesias no hizo cambiar de bando al miedo, como prometía, sino al puritanismo y la censura. Ahora hay una autocensura, jardines en los que no te debes meter, ideologías con las que comulgar y si no lo haces te intentan echar. Todo eso es un poco gris, hace que todo sea muy predecible”.

Albert Boadella, dramaturgo, suele decir que “no hay nada como tener mucho enemigos”, y Toni Cantó lo secunda: “Albert es muy grande, es uno de mis ídolos. Una de las razones por las que entro en C's es por él, siempre me ha impresionado mucho. A Albert Rivera también le admiro mucho, la verdad es que cuando entré en C's había gente increíble”.

Cantó da con la clave “perfecta” para no ser criticado: “Solo hay una manera de lograrlo y es no hacer nada. Si haces cosas te critican, y ahora más que nunca. A veces dice mi pareja 'entro en FB y respondo', pero le digo que no, que es peor. En todo caso me niego a no hacer nada”.

El autor también se moja en asuntos como las “religiones” de hoy en día: “Los psicólogos evolucionistas dice que tenemos un chip en el cerebro en el que debe haber algo parecido a la religión y la moral, debe ser bueno porque nos permite evolucionar mejor. Dicen que se puede sustituir la religión por otra cosa, pero debe ser por algo. Y entonces hay gente que pone al ultrafeminismo o el animalismo, pero ninguno de esos tiene ventajas como el perdón. Si metes la pata contra eso el animalismo se lanzan a por ti cruelmente y, aunque pidas perdón y esperes caridad, no la hay. Me ha costado cacerías digitales, ahora ya no tanto pero las viví dolorosamente”.

¿Nos queda nobleza en la política? Cristina le hace una pregunta difícil, pero el político lo tiene claro: “Sí sí, reivindico que en política he conocido la parte luminosa y la oscura del ser humano, he visto lo peor y lo mejor. He conocido gente de formación impresionante. Eso sí, no se puede estar en política sin vocación de servicio o sin ser oportunista, es un error muy duro. En política se trabaja 24/7”.

También ha tenido un muy grato recuerdo hacia su padre: ”Estuvo en ese lado de la historia cuando había que estarlo, muy al principio, un hombre progresista y un ejemplo. Es un hombre bueno y se ha dejado la piel por la sanidad pública. El ejemplo de él siempre ha sido fundamental para mí. Tenía ese halo romántico de izquierdas muy felipista, sobre todo consciente de cómo una parte de mi familia sufrió mucho por estar en el lado rojo y sufrió repercusiones muy duras, casi se dejó la vida. El bando nacional se portó muy mal con ellos. Mi familia materna era nacional, eso me ayudó a nivelarme. Yo viví y conocí cómo a mi abuelo el lado nacional estuvo a punto de fusilarlo, pero también escuché cómo el nacional a mi tío Antonio, comunista, le hacían un simulacro de fusilamiento, pero en el juicio le salva un cura jesuita. Conocer ambos lados me ayudó a equilibrarme y a no criminalizar. Ojalá no hubiera tanta gente deseando redespertar eso”. Por cierto, que Toni Cantó quiso estudiar Medicina pero la cosa no salió bien: “No me dio la nota. Fui buen estudiante pero me despisté en COU y no me dio la nota. Entonces mi padre me metió en un quirófano y salí horrorizado. Esa operación se complicó y no me gustó”.

Cantó asegura, por otra parte, que “es bueno evolucionar, es necesario y positivo”: “Me parece increíble que en S. XXI, después de tanto horror, haya socialistas y comunistas, a pesar de cómo han funcionado esas ideologías en todo el mundo. No hay evolución, la realidad es otra. Lo que cuentan no son las buenas intenciones sino los resultados. Hay varias personas que me han impactado mucho y me han ayudado a formar mi forma de pensar: Rivera, Rosa Díez y Ayuso. Al final te das cuenta de que sin riqueza no se puede repartir nada, es lo que pasa aquí ahora, no se apoya a las empresas, solo hay extracción de la riqueza con subidas de impuestos, no ayudas a crear riqueza, tiene recorrido muy cortito, como hace la izquierda”.

La vis actoral también ha salido a relucir, y el actor asegura haber trabajado “muy duro” contra un prejuicio: “Me han dicho sorprendidos que he estado muy bien en la función, parece que se esperaban que lo hiciera fatal. He luchado contra eso, siempre he querido demostrar algo y esa es una manera de provocar el prejuicio. Quizás porque empecé de modelo y quería mostrar que había contenido. Es verdad que hace dos años y pico que no se subo a un teatro pero esa vis sigue ahí, soy hombre de teatro y pienso seguir toda la vida, como sea. Me da igual perder contratos por no ser de izquierdas, ahora no tengo necesidad de ellos”. La cuestión ideológica también ha tenido sus más y sus menos: “No tengo percepción de haber perdido amigos por eso pero sí me ha atacado gente con la que he trabajado y me ha sorprendido, la forma de ver las cosas, la presunción de culpabilidad”.

Para terminar Cantó no ha evitado hablar de lo que muchos hablan del 'chiringuito de Ayuso', es decir, la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid: “Las cosa no pintan bien para el español. La izquierda y el nacionalismo lo atacan junto a instituciones como la Policía o a los jueces, y lo hacen porque son pegamentos y la izquierda quiere disgregarlo, echar a los que no piensen como ellos, son racistas. Que se metan con la Oficina del Español me produce risa porque Sánchez ha creado otra. Todo el mundo sabe de la importancia que tiene atraer a gente que estudie español, todo los celebran y lo reciben. Luego en política te cascan pero te montan otra igual. Ojalá Sánchez se la creyera de verdad y lo defendiera, pero luego el PSOE vota junto a independentistas, comunistas y antisistema en contra de que se aplique el 25 por ciento de español en las escuelas. Si te dicen que lo haces mal, lo estás haciendo bien”.