Una mujer va a consulta por si tiene alzheimer y la respuesta la tiene su marido: acabó yendo él al médico

Es una historia real que ocurrió en una consulta de Marian Rojas al principio de su carrera que ha contado en 'Fin de Semana'

Una mujer va a consulta creyendo que tenía alzheimer y la respuesta a su problema la tenía su marido

Ana RumíPaloma Rodríguez Paulete

Publicado el - Actualizado

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¿Alguna vez has escuchado hablar del "gaslighting"? Si no te suena por su término en inglés, quizá sí que te suena por el término que se utiliza en español: luz de gas. No sabemos si hemos podido aclararte algo más de que se trata, pero, en cualquier caso, tiene que ver con una persona que maneja tus inseguridades y que podría llegar a causarte ansiedad y una mala relación contigo mismo.

Para entender algo más de que se trata algo tan negativo y saber si lo estás sufriendo, hablamos en Fin de Semana con Marian Rojas, nuestra psquiatra de cabecera que explica a la perfección en qué consiste. "El gaslighting es un abuso emocional en el que el abusador te hace dudar de tu propio criterio. Hace sentir inseguro y ‘loco’ a la otra persona. Te sientes constantemente confundido y ansioso. Es decir, es cuando alguien intenta alterar la percepción del otro haciéndole creer que lo que ve o siente es falso”.

Una ambulancia paseando por una calle de España

Podría decirse que es lograr que la gente piense lo que uno quiere que piensen. Una auténtica barbaridad que viven miles de personas a lo largo y ancho de este mundo y que ha llegado a trastornar a muchos. Así, la psiquiatra ponía el ejemplo de una de sus pacientes que llegó a irritarse mucho por lo que le pasaba, hasta que descubrió que se trataba de "luz de gas" por parte de su marido.

La historia de la paciente de Marian Rojas

Ponía Marian el ejemplo de una mujer que llegó a su consulta pensando que tenía Alzheimer, porque no sabía dónde dejaba las cosas y se olvidaba de todas ellas. Ella empezí a asesorarle, sin saber muy bien qué es lo que le podía estar pasando, hasta que, al final, confesó que su marido "llegaba más tarde de lo normal a casa y oliendo a otro perfume". Aquí puedes escuchar la historia completa:

La psiquiatra pensó entonces que algo tendría que ver su marido por si, esa posible aventura, era lo que le estaba causando esos olvidos, así que decidió llamar a su marido. "El marido acude a la consulta de Marian, y confiesa bajo secreto profesional, que efectivamente se dedica a manipular a su mujer porque se siente más fuerte haciéndolo" explicaba.

Y tal como decía Marian Rojas, este tipo de abuso puede ser consciente por parte del abusador o no. Se activa en la otra persona una duda constante. Se puede dar en relaciones de pareja o de padres a hijos: “Esos padres que te inoculan la culpa desde que eres niño. Una chica me contaba que su madre, cuando llegaba cansada de trabajar, señalaba a la hija como origen de su enfado: Porque tienes el cuarto desordenado, porque te has levantado tarde…” relataba la psiquiatra.

Cómo se manifiesta el 'gaslighting' en la pareja

Este tipo de abuso se caracteriza por no ser muy reconocible mientras ocurre y hacerse de forma silenciosa hasta que algún día todo explota. Por eso, explica que "en el caso de la pareja, se manifiesta cuando uno se cuestiona sus ideas y acciones constantemente. Siempre disculpas a los demás porque siempre piensas que has hecho algo malo" comenzaba diciendo.

Hay víctimas de este tipo de manipulación emocional conscientes de estar atrapados en una relación de este tipo, pero es muy complicado salir de ellas, como explicaba Marian. “Cuando estás con alguien que te manipula, la autoestima se destruye. No tienes seguridad en ti mismo, y eso hace sufrir. Uno de los grandes ingredientes del equilibrio y de lo que llamamos felicidad es estar a gusto con uno mismo. La duda es muy angustiosa”.

En este síndrome se apaga por completo el criterio propio y tiendes a buscar esa seguridad en otra persona. Todo el rato empiezas a comprobar: ¿Habré hecho o dicho esto? Se genera una enorme angustia que puede trastornarte. Por eso, es tan importante sentarte a analizar qué es lo que te puede estar pasando y pedir ayuda si es necesario.