El método que aplica Marian Rojas cuando comete un error con sus hijos y quiere enmendarlo: "Ayuda"

La psiquiatra explica en 'Fin de Semana' que, aplicando ese método, es más probable que desarrollen un apego seguro

Paola AlbaladejoRedacción Fin de Semana

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Somos, en buena medida, nuestra infancia. Lo que nos pasa en las primeras etapas del desarrollo, nos marca durante toda la existencia. Este sábado, en el espacio de Marian Rojas, abordamos el papel de las figuras de autoridad en la infancia. Un tema sobre el que ahondaremos en las próximas semanas en 'Fin de Semana' con nuestra psiquiatra de cabecera.

Marian Rojas indica que es una cuestión tan importante que le dedicó su segundo libro: 'Encuentra tu persona vitamina'. En él, "explico que, para encontrar a esa persona vitamina, tenemos que serlo. Y para que serlo hay que comprender nuestra historia y nuestros apegos. El primer capítulo es la oxitocina, pero, en el siguiente, hablo del apego".

El apego es el vínculo emocional que "se forma entre una persona, especialmente en la infancia, con sus cuidadores. Y que influye en la manera en que se relacionará con los demás a lo largo de su vida".

Es interesante y, de hecho, "todos, cuando escuchamos y profundizamos... identificamos nuestra historia. Una paciente que vi ayer, su madre estaba ausente y la abuela la crío. La abuela fallece cuando ella es joven todavía". Y lo que se demuestra con la teoría del apego, explica Rojas, "es que el valor de la presencia de un padre, madre, cuidador, tíos, abuelo, que están ahí y son un lugar seguro al que acudir cuando pasan cosas".

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Una madre sujetando la mano de su bebe

Por otro lado, Marian Rojas habla sobre dos tipos de apego: el apego seguro. Que es el bueno, por así decirlo y también predecibles "como cuando el niño llora, y van los padres a verle".

Cuando el apego es inseguro, es "cuando el cuidador no es consistente en su atención o son emocionalmente inaccesibles. Eso genera incertidumbre y ansiedad en el niño. Cuando crecen, se convierten en patrones pocos saludables con la relación del entorno". De hecho, también existe el apego ansioso se produce "cuando el niño recibe una atención impredecible. Eso hace que el niño viva con miedo y ansiedad al miedo al abandono. En adulto es con ansiedad y miedo al abandono".

Genera así, ese adulto, relaciones dependientes, necesidad de validación constante. Segundo: el apego evitativo. Cuando el cuidador "es frío y distante. Educación muy limitada en afecto. Los padres tienen poca capacidad de expresar emoción o consideran que fortalecen a su hijo al expresar poco afecto. Que le hacen fuerte". 

"QUE LOS NIÑOS IDENTIFIQUEN DÓNDE ESTÁ EL LUGAR SEGURO PARA COMUNICARSE, ES IMPORTANTE"

Esto se ha descubierto, hace pocos años, que no es bueno para el niño. "Y no busca el consuelo. Ya no cuenta nada y, desde muy pequeño, muestra autosuficiencia. 'Yo tengo que sobrevivir solito'. Suelen manifestar personalidades aparentemente fuertes".

Cuando llegan a la edad adulta, suelen ser frías y "les cuesta expresar emociones. Cuando tú notas que no llegas al trasfondo de esa persona". Luego habla Rojas sobre el apego desorganizado y "se ven en infancias traumáticas y acaba en vías de escape, relaciones tóxicas en su entorno".

Niño comiendo

El hecho de que "los niños identifiquen dónde está el lugar seguro en su infancia para la comunicación y el afecto, es importante". 

La clave que Marian Rojas aplica es "intentar que cuando el padre falle, cubrir con comunicación, afecto y cariño... pues no pasa nada por pedir perdón. Yo utilizo mucho el explicarles y les digo 'perdón, porque tenía que haberte escuchado más, o tendría que haber conectado mejor' y esas ganas de hacerlo bien como padre, es un poco lo que ayuda a que ese apego seguro pueda llegar".